Con el foco en los carros deportivos europeos y los vehículos gran turismo, se desarrolla este año la cuarta edición del Concurso de Elegancia (Concours d´Elegance) organizado por el Museo del Transporte Fundación.
En la sede del Museo El Castillo, desde el próximo viernes 10 (acceso privado), y sábado 11 y domingo 12 de junio (abierto al público) se podrán apreciar cerca de 50 vehículos que están entre los más prestigiosos del país.
Y no se trata de carros que llegaron allí por pagar una inscripción y participar. Son participantes escogidos e invitados de forma directa para el evento, y entre los que un jurado de expertos que evalúa su originalidad, condición y limpieza elegirá los mejores.
El primer Porsche
Entre los vehículos seleccionados se encuentra un modelo Porsche 356.
Es, de manera concreta, un Porsche 356 B, carrocería T6, con un motor de 1.600 centímetros cúbicos.
Explica Carlos Arturo Rivera, uno de sus propietarios, que este modelo 356 es en realidad el primer vehículo con la marca Porsche.
Antes, su fundador, Ferdinand Porsche, había desarrollado modelos para otras marcas, entre ellos el célebre Escarabajo de Volkswagen, y el 356 es la concreción de su sueño de tener su propia marca.
Fue en 1947 cuando presentó los diseños de ese modelo, un carro deportivo pequeño, con motor de Volkswagen precisamente, y que, señala el propietario del modelo que se exhibirá en el Concurso la próxima semana, comenzó a ganar adeptos por su desempeño en las diversas competencias en las que destacó ganando o estando siempre en los primeros lugares.
“Por su aerodinámica, les ganaba a los carros americanos, con motores mucho más grandes”, dice Rivera.
Eso motivo a muchos a comprarlo y Porsche comenzó su fabricación artesanal en Austria.
El éxito de ventas de este primer modelo, que se denominó como el 356 A y se ofrecía en carrocería T1 y T2, llevó a Porsche a trasladar su base a Stuttgart, en Alemania, para responder de mejor manera a la demanda que comenzaba a crecer por su carro.
De esa primera generación también se diseñaron, aunque no se produjeron, carrocerías T3 y T4, una de ellas con doble farola incluso, que nunca se ha visto en un modelo de la marca hasta hoy.
El 356 A se fabricó hasta 1959. Luego comenzó la producción del 356 B en dos tipos, el T5 y T6, con modificaciones de luces, stop y luneta trasera.
En el caso del modelo que se exhibirá la próxima semana en El Castillo, se trata de la configuración T6, que tiene un tamaño diferente de la ventana trasera, en comparación con su hermano T5.
También se caracteriza porque en lugar de tener una sola parrilla para la ventilación de su motor trasero, cuenta con dos.
Y adelante, la tapa de su baúl es un poco más redonda que la versión T5.
En el 356B, el modelo se produjo hasta 1963. Luego se fabricó el 356 C, que llegó a tener motorizaciones hasta de 90 caballos - los primeros 356 tenían 40 caballos de fuerza- y también introdujo los frenos de disco en las cuatro ruedas como otra de sus innovaciones.
El 90 caballos, bautizado como Carrera, participó en la carrera Panamericana que se llevaba a cabo en México en esas épocas.
Finalmente, en 1965 el 356 cesó en su producción y se alcanzó a vender hasta 1966, para cederle la posta al modelo quizá más icónico de la marca alemana hasta hoy: el 911.
Su llegada a Colombia
El modelo que participa en el Concours d´Elegance de este año llegó a Colombia mediante una subasta de Ebay.
Pero antes, ya Carlos Arturo Rivera lo había soñado durante muchos años gracias a un afiche que su hermana tenía y en el que aparecía el actor de moda del momento, James Dean, junto a un modelo similar.
Y fue gracias a la crisis financiera de 1998 que el carro desvió su camino de Europa a Colombia. Inicialmente sus propietario original se lo iba a vender a un coleccionista europeo que justo antes de llevárselo de Estados Unidos al viejo continente tuvo problemas económicos y canceló la transacción.
Varios años después apareció en la plataforma de transacción vía web, y ahí fue donde Carlos Arturo vio la posibilidad de cumplir su sueño. Hasta el último segundo antes del cierre de la subasta en línea estuvo en vilo esperando que en ese último momento nadie pusiera una oferta mejor, pero no, el carro fue suyo.
Luego siguió un proceso de casi cuatro años desde la llegada del carro a Colombia, para los trabajos de restauración. “Encontramos pedazos de costal, óxido, mucha masilla”, y hasta plumas que llevaron a que su esposa lo llamara el “gallinero”.
Incluso, fue necesario traer en dos ocasiones los elementos de motor. La primera vez el propulsor fue instalado por un mecánico que al no conocer en profundidad la mecánica de estos vehículos, y en general de Volkswagen, no instaló el motor de manera correcta. “Fue así como al rodarlo en los primeros 50 kilómetros de operación el primer motor traído se fundió”.
Pero hoy, a 7 días de su presencia en el Concurso de Elegancia, el carro que dio inicio a la historia de una de las marcas de deportivos más importantes del mundo automotor, y la aspiración de muchos, Porsche, está listo para mostrarse en Medellín.
