Si hay un lugar en el que Héctor Garcés se siente cómodo en la actualidad ese es Televid, canal al que llegó este año para ser el conductor de los programas La otra belleza, junto a Viena Ruiz, y La Gran noche.
En Teleantioquia estuvo durante 19 años, los últimos cinco de ellos al frente del programa más referente de la televisión regional, Serenata. Su salida del canal aún le duele, pero no se arrepiente de la decisión de dejar la empresa que ama con su corazón.
A la par de sus nuevos espacios en Televid, prepara una obra de teatro, en la que no solo hace las veces de actor, sino de ventrílocuo. Se trata de El novio de mi abuela, que próximamente tendrá en escena.
¿Cómo asumes este nuevo proyecto profesional con Televid?
“En Televid se está dando un reencuentro con el público adulto al que me unió la música, el afecto, la paz y alegría que construimos a través de programas como Enlace y Serenata, de Teleantioquia, ahora tengo la oportunidad de retomar eso desde el afecto. Es un renacer, por eso estoy tan motivado, siento que las audiencias de Telvid son las de Serenata reforzadas. Quiero con estos programas llevar mensajes positivos. Este equipo de trabajo se parece a mi esencia, estoy feliz”.
¿Eso implica un reto adicional, el de reinventarse para conquistar nuevas audiencias?
“Poder cautivar un nuevo público es la manera de reiventarme. En La gran noche, el espacio de los viernes en las noches, no soy presentador, soy animador, tengo más contacto con el público, dejo que los protagonistas sean los artistas. El mismo hecho de cambiar mi canal de toda la vida, de mi amor eterno por Teleantioquia, es reinventarme, siento que tengo la esencia de Televid. Soy un hombre que cree mucho, y por muchas razones en Jesús y María, y en Televid encuentro eso, es como si Dios me llevara a dar ese mensaje a través de esta señal”.
Ya han pasado varios meses desde los hechos que provocaron tu renuncia a Teleantioquia. ¿Qué sensación tienes hoy de lo que ocurrió?
“Me dolió mucho, ayudé a construir a Teleantioquia, le entregué y recibí mucho del canal, y a raíz de ese incidente tan doloroso (se le cayeron los pantalones durante la realización del programa Serenata) noté que la respuesta de la gente hacia mi era el resultado de esa relación de paz y cariño, que construimos a lo largo del tiempo. Recibí mucho respaldo de la gente, que lo tomó con humor, pero también sentí que había un malestar en otras personas del canal y que lo que para mí era amor y tranquilidad para ellos no era así. Sin entrar a analizar si fue o no algo preparado -que no fue así-, el incidente fue una tontería y siento que en ningún momento afectó mi credibilidad y cercanía con la gente y mucho menos la de Teleantioquia. Al final sentía que era una situación que me dolía y que era el único que podía tomar las riendas de mi vida, para seguir haciendo lo que me hace feliz y lo que la gente espera de mí”.
Además de estos proyectos en TV vienes con una obra de teatro, con técnicas de ventriloquía?
“Es un proyecto que tenía guardado desde hace rato, yo la escribí, es un homenaje a los novios de las abuelas, al abuelo romántico, al piadoso, el mujeriego, el arriero, una obra muy linda en la que encarno varios personajes. El novio de a mi abuela es el título de esta propuesta, tiene como hilo conductor a Orfa Doris, una mujer divina que me tiene estudiando mucho sobre la ventriloquia. La obra está construida pensando en los papás, en los abuelos, porque en la oferta teatral hay cosas maravillosas, pero no hay nada dirigido a ellos. Es un proyecto que me tiene muy emocionado, que próximamente informaremos sobre su estreno, que me acerca cada vez más a ese público adulto que tanto quiero”.