A Roberto Carlos lo descubrió apenas hace dos años y medio, justo cuando buscaba una canción sobre la amistad para el coro de niños que dirigía en la Casa de la Cultura de Itagüí. Desde ese momento, Luis Alberto Sánchez se enamoró no solo de la manera en la que el cantautor brasileño interpreta sus canciones, sino con el mensaje de cada uno de sus temas.
Nació en Angelópolis, en el Suroeste antioqueño. Estudió procesamiento de alimentos, fue pintor de casas, trabajó como asistente de un concejal en Itagüí y actualmente estudia música en la escuela Débora Arango en Envigado. El martes fue el ganador del concurso musical Yo me llamo, de Caracol, que tuvo como jurados a Amparo Grisales, César Escola y Jessie Uribe.
¿Qué sensaciones tiene hoy, después de su triunfo en el programa de TV?
“Lo primero era demostrarme a mí mismo que los sueños, si uno persevera, se cumplen. Uno cree que estos programas son de rosca o de palancas y doy fe de que no es así. Yo llegué como un participante más, haciendo fila, lleno de esperanzas de meterme en el concurso y lo logré. La felicidad es enorme, por la platica que a cualquiera le sirve y por todo lo que se viene como ganador de Yo me llamo. Estoy muy contento porque fue Colombia la que decidió, no fue que hayan echado el dado, eso es lo que más motiva”
¿Cómo aparece Roberto Carlos en su vida?
“Roberto Carlos llegó a mi vida de una manera muy bonita: soy profesor de canto de niños, en uno de los muchos trabajos que tengo, es lo que más gusta hacer, tengo muy buena química con ellos y yo les inculcaba que tenían que cantar temas que siempre le lleguen a la corazón a las personas, entonces busqué canciones sobre la amistad y me apareció Un millón de amigos, de Roberto Carlos, me encantó y la monté con el coro. Luego encontré Amigo, que ya la había escuchado, y también la ensamblamos.
Desde ese momento me metí en el personaje, me enamoré de sus canciones, soy un apasionado por las letras, por lo que dicen y por ese amor que él refleja. Desde hace unos dos años y medio comencé a preparar el personaje, pero nunca me presenté como él, yo daba serenatas en cumpleaños y fechas especiales, con pistas o mariachis, me ganaba 10.000 pesos por serenata, pero a Roberto Carlos lo tenía como un tesorito que no mostraba”.
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