Esa sensación de zozobra e incertidumbre, propia de un domingo a las cinco tarde, no es ajena para Santiago Alarcón, que al igual que muchas personas a esa hora tiene la mente más ocupada en lo que vendrá el lunes, que en lo que resta de ese día.
Esa percepción es la que pone en escena la obra Domingo, dirigida por el cineasta Miguel Vila y que tiene en su elenco a Santiago Alarcón, Carlos Manuel Vesga, Rodrigo Candamil, Diana Ángel y Ernesto Benjumea, entre otros.
Estará en temporada hasta el 6 de diciembre con funciones (virtuales) los domingos, durante todo el día en www.domingo.com.co
Alarcón, que contó que aprendió con su papá a leer con EL COLOMBIANO y que fue precisamente esa palabra la primera que leyó de corrido, habló acerca de Domingo, proyecto que él se niega a llamar teatro, y de sus planes profesionales y personales.
¿Cómo se podría definir la propuesta de Domingo?
“La pregunta es superbuena, pero yo no he encontrado la respuesta. Creo que en esta necesidad de estar vigentes y de crear aparece esta posibilidad y se toma este riesgo de hacerlo en un formato casi de teatro, pero en video.
Domingo habla de esa sensación que experimentamos ese día. Tiene un formato que permite que la gente no solo sea un espectador, sino que sea parte activa, como un personaje que puede ver de diferentes maneras la obra”.
¿Qué tan complejo es hacer teatro sin público?
“Me niego rotundamente a llamarlo teatro. Es un formato diferente que se acomoda un poco a las necesidades actuales, pero el teatro sin público presencial no es teatro, porque este tiene el sentido del presente, de lo qué ocurre ahí y no vuelve a pasar, porque así se haga la obra cinco veces seguidas ese momento es único y es el público el que lo hace diferente”.
¿En redes sociales ha estado muy activo ha sido efecto de la pandemia?
“Cuando comenzó este tema de la pandemia, creo que a todos nos pasó, creamos como 50.000 proyectos en la cabeza; muchos se hicieron, otros no tanto; unos muy buenos y otros no, lo que es muy normal, pero el ejercicio creativo sí funcionó y es lo que rescato, la necesidad de contar historias y no solo quedarnos ahí, sino ejecutarlas. Esto fue un salvavidas de alguna manera”.
¿Esta tendencia de la virtualidad en el teatro llegó para quedarse?
“Son diferentes experiencias, uno ya podía ver las obras en video, pero si uno está ahí, la prefiere ver en vivo, no sé si esta tendencias llegó para quedarse, pero no creo que sea competencia. En el momento en el que se abra el teatro siempre será una experiencia atractiva”.
¿Está pensando en proyectos en los canales digitales?
“Sí, afortunadamente muchas de esas cosas que uno montó en redes sociales generan esa necesidad de seguir haciendo más y sí vamos a producir junto a mi esposa (Cecilia Navia) y mis hijos. Ya comenzamos a crear nuestro canal propio en YouTube para entregar todo ese contenido”.
¿Contenidos que tendrán ese sello de humor negro y crítica social?
“Es lo que me gusta hacer, hay cosas en las que Chichila se desenvuelve mucho mejor y otras en las que yo me siento más cómodo, tengo un tema que es más político, que me gusta mucho, y tendré mi espacio para hacerlo. Yo no sé si eso es comedia, humor, sátira, ni idea, a unos les gusta y a otros no tanto” .
6
de diciembre, fecha hasta la que estará en temporada la obra Domingo.
“Me sorprende, no siempre para bien (risas), pero claro, no somos los mismos, incluso tengo momentos en los que estoy en teatro o grabando y hago una pausa, voy hacia atrás y me preguntó qué hago aquí, cómo llegué, pero eso es normal, hace parte del crecimiento personal. Siempre pensé en mi carrera, en tener una familia, pero a Chichila nunca me la imaginé, así que cada día trae sus sorpresitas y no sé si yo planeé y plantee esto así, pero acá estoy. Sigue siendo sorpresivas ciertas cosas que me pasan en la vida y vendrán muchas más”.