Los diez uniformados que las Farc se comprometieron a liberar en las próximas semanas podrían ser entregados a la misión humanitaria liderada por la Cruz Roja en varios operativos que se llevarían a cabo uno detrás de otro, no de forma simultánea, y bajo un cese total de acciones militares.
Así lo establece el Protocolo de Seguridad y Coordinación acordado entre el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) con los Gobiernos de Colombia y Brasil, que facilitará la logística y los helicópteros para recoger a los secuestrados en el lugar donde establezca el grupo guerrillero mediante la entrega previa de unas coordenadas.
Dicho protocolo, que fue difundido por Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), define "las reglas básicas con base a las cuales el Gobierno de Colombia garantiza que se cumplan las condiciones de seguridad necesarias para que el CICR, con el apoyo logístico de Brasil, pueda culminar con éxito la operación humanitaria".
Sin fechas exactas
Aunque el documento no contempla fechas exactas para la puesta en marcha de los operativos de liberación, sí resalta que estos solo se llevarán a cabo previa suspensión o cancelación "de todo tipo de actividad militar" en las zonas donde las Farc vayan a entregar a sus cautivos.
Esta suspensión se llevará a cabo "a partir de las 6:00 p.m. del día anterior de la operación, durante todo el día, o sea las veinticuatro horas del día de la operación, hasta las 6:00 a.m. del día siguiente", según el documento.
El protocolo enfatiza que "en el caso de que se realicen varias operaciones humanitarias, es importante que no se inicie una hasta que haya finalizado en su totalidad la anterior".
Asimismo resalta "la importancia de limitar la estadía en el terreno al tiempo mínimo posible" y que "la salida (despegue) del último lugar de entrega del día de operaciones debe hacerse lo antes posible y no más tarde de las 3:30 p.m. por razones climáticas y de seguridad".
Los riesgos
El acuerdo alcanzado entre las partes también contempla la posibilidad de que por algún factor "de fuerza mayor", como dificultades meteorológicas o cualquier otro imprevisto, la operación se demore; entonces el CICR tiene la obligación de informar lo más pronto posible al Ministerio de Defensa.
"El comandante de la tripulación brasileña a cargo de la operación logística podrá decidir suspender el vuelo en cualquier situación que considere de riesgo técnico o de cualquier otra naturaleza", agrega el protocolo.
Y "en caso de inexactitudes de las coordenadas o que las mismas se encuentra fuera del área aproximada, la decisión de suspender el vuelo será tomada conjuntamente por los participantes en la operación".
En ese caso, el operativo quedaría aplazado para el día siguiente, por lo que las acciones militares y policiales también permanecerían suspendidas.
Bajo estas normas de seguridad deberán actuar los integrantes de la misión humanitaria que recogerá de puntos desconocidos de las selvas de Colombia a los últimos diez militares y policías secuestrados por las Farc.
Se trata de los militares Luis Arturo Arcía, Robinson Salcedo Guarín, Luis Alfredo Moreno y Luis Alfonso Beltrán, así como los policías César Augusto Lasso, José Liberado Forero, Jorge Trujillo, Jorge Humberto Romero, Carlos José Duarte y Wilson Rojas.