Es tan preocupante la situación del medio ambiente en el mundo, que países como el nuestro, ricos en fuentes hídricas, están empezando a tomar conciencia sobre el malgasto del agua.
Por eso, a partir del 2010, quienes desperdicien el líquido tendrán que pagar un alto precio. La Comisión de Regulación de Agua Potable y el Viceministerio del Agua definieron la semana pasada unos máximos de consumo mensual para hogares. Cada metro cúbico gastado que sobrepase ese límite, costará el doble.
Lástima que sean las autoridades las que tengan que poner medidas coercitivas para ahorrar agua ya que, por falta de disciplina y convicción, los ciudadanos no son capaces de hacerlo. Malgastar agua será ahora perjudicial para el planeta y para el bolsillo. Llegó la hora de cerrar canillas y controlar la cuenta.