Estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), determinan que por cada 100 mil habitantes debe haber entre 4 y 4.5 camas de hospitalización. Partiendo de esa base, Antioquia refleja un claro déficit.
Según datos del Dane, este año hay 6 millones 299.886 habitantes en el territorio antioqueño, y la Secretaría Seccional de Salud de Antioquia tiene un total de 10.275 camas censadas, es decir 1.6 por cada mil personas. De ahí 5.895 corresponden a adultos, 1.308 son pediátricas y 1.166 de obstetricia.
No obstante, no todas cumplen con los estándares determinados por la OMS. Así las cosas, en camas de cuidados intensivos, la entidad internacional recomienda que del 4% al 10% del total de unidades, debe ser de cuidado crítico.
“Tenemos en este momento 608 de cuidados intensivos, este dato incluye camas de cuidados intensivos de adulto, neonatal y pediátrica, esto corresponde 5.9%, lo que indica que Antioquia se encuentra dentro del estándar. No obstante, en este caso, el problema radica en que están concentradas en el Valle de Aburrá, de modo que no están distribuidas de manera más equitativa de acuerdo con las necesidades”, afirmó la secretaria Seccional de Salud, Luz María Agudelo Suárez.
Son insuficientes
En cuanto a camas de obstetricia, la cantidad no es suficiente, pues la recomendación es de 0.45 por cada mil habitantes, es decir menos de una unidad, aquí se cuenta con 0.19. “Tenemos menos del estándar y eso tiene que ver con que hay una queja permanente de las clínicas y hospitales de que las tarifas de la atención ginecobstétrica son muy reducidas, esto hace que las clínicas y hospitales para poder tener un punto de equilibrio financiero reduzcan camas y servicios de ginecobstetricia. No es rentable en términos financieros, pero como inversión social es el servicio más costo-eficiente”, aseveró Agudelo Suárez.
Además, la titular de la dependencia manifestó su preocupación porque en camas de pediatría se cuenta con 0.21 unidades por cada mil personas, incumpliendo las directrices de la autoridad mundial.
“En servicios materno infantiles tenemos un déficit, a pesar de que el número de partos viene disminuyendo sustancialmente hay un incremento en la problemática ginecobstétrica. Tenemos todavía una mortalidad materna con la que no cumplimos los estándares de los indicadores del milenio y muchas de esas muertes tienen que ver con la calidad en la prestación de los servicios”, dijo Agudelo.
Déficit de recurso humano
Algunos profesionales hablan de sobre oferta, pues en el Valle de Aburrá existen cuatro facultades de odontología y seis de medicina. Sin embargo, en materia de especialistas falta personal, porque la mayoría se concentra en esta zona del departamento, mientras que en otros lugares escasean significativamente.
Germán Aguilar Méndez, presidente de la Federación Odontológica Colombia, seccional Antioquia afirmó que hay exceso de profesionales. “Es probable que estén mal distribuidos. Es más la cantidad de odontólogos que hay, que de pacientes que los requieren. Vemos cómo en Medellín hay consultorios en los barrios por donde se camine y es similar en otras ciudades del país”.
Idris Londoño, presidente del Colegio Médico de Antioquia anotó que en los años 70 proliferaron las facultades de medicina en Colombia, lo que aparentemente fue bueno, porque así eran más estudiantes, más practicantes y más personal para la atención. Pero en realidad eso fue perjudicial, debido a que disminuyó el nivel de salarios de los profesionales de todos los campos de la salud.