Al menos 22 insurgentes, cuatro civiles y tres policías murieron este miércoles en un ataque talibán en las proximidades de la sede central del gobernador provincial y de la Policía en Kandahar, en el sur afgano, informó una fuente policial.
El ataque comenzó hacia las 11:30 de la mañana hora local, cuando dos insurgentes activaron la carga explosiva que portaban en un vehículo, lo que siguió al choque entre los talibanes y las fuerzas de seguridad en puntos cercanos al recinto oficial, como un mercado y un restaurante, dijo un portavoz de la Policía, Zia ul Haq Durani.
El portavoz aseguró que el ataque finalizó tras dos horas de combates y que la zona está bajo control, y añadió que siete policías y nueve civiles resultaron heridos.
Según un informe de la ONU publicado hoy, el número de muertos civiles aumentó un 17 por ciento en la primera mitad de 2014 con respecto al año anterior en Afganistán, donde fallecieron 1.564 civiles, mientras que los heridos aumentaron un 28 por ciento hasta los 3 mil 289.
Los datos muestran una preocupante situación en el país asiático después de que el año pasado las fuerzas de seguridad afganas se hicieran responsables de la seguridad ante la retirada de las tropas de la OTAN en Afganistán prevista para finales de 2014.
Estados Unidos ha anunciado que a pesar de la retirada internacional mantendrá unos 9 mil 800 soldados en el país hasta completar su salida total a finales de 2016.
Además, el país se encuentra inmerso en una crisis política con el rechazo del candidato de las elecciones presidenciales Abdulá Abdulá a la victoria de su contrincante Ashraf Gani por supuesto fraude.
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