Apunta de rifas, ventas de dulces, ropa y otras recursivas opciones para poder costear su viaje a Japón, las niñas de la Selección Colombia de ultimate no quieren ver frustrado su sueño de representar al país en la cita orbital a realizarse en julio.
Y es que los altos costos del viaje de la delegación, los cuales deben correr por cuenta de cada una de las integrantes del equipo, pueden hacer que ese sueño se esfume, tras un trabajo serio y de reconocimientos internacionales.
"Cada vez el mundial está más cerca y ya uno tiene que empezar a poner la plata y para los papás no es fácil pagar un viaje de casi 10 millones de pesos", dice Andrea Macía , jugadora del elenco.
Lo más triste es que algunas niñas llenas de talento pero de escasos recursos, abandonaron el proceso. Aún así, estas deportistas no se rinden y hacen todo lo que está en sus manos para recaudar los fondos necesarios.
Además no van ni a improvisar ni a ensayar nada. Este grupo ya probó su fortaleza llevándose el cetro del Mundial de la categoría júnior, celebrado en Alemania 2010.
Esta vez participarán en la división de mayores y quieren seguir demostrando que este deporte es una potencia que le brinda al país nuevos logros deportivos en la actualidad.
Aunque aparecen algunos apoyos, como el del Inder con sus Escuelas Populares del Deporte, espacios de entrenamiento e indumentaria, todavía faltan otras cosas.
Estas campeonas quieren llegar a Japón en las mejores condiciones y no tener que dormir en coliseos públicos o en albergues improvisados como en otras oportunidades.
No pretenden ni mendigar ni que les regalen nada. Por eso hicieron una presentación para mostrarles a los patrocinadores cuál sería la contraprestación de contar con su apoyo.
Hoy hacen un llamado a quienes quieran vincularse a esta causa a que escriban a los correos electrónicos: mari.botero6@gmail.com y amacialalinde@hotmail.com. Solo así les permitirán seguir soñando con Japón.
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