Pese a las lágrimas, que no faltan, como diría Leonardo Bustamante, la felicidad que Ana Sofía le ha dado a él y a su esposa, Elizabeth Marulanda, no la pueden disimular. Su sonrisa se deja ver con constancia, en cada beso y por cada movimiento que la pequeña logra, como tocarse las dos manos o sostener la cabeza. Ana Sofía tiene dos años y nació con una lesión cerebral. "Lo que pasa es que ella habla muy rápido y por eso no se le entiende", dice Leonardo, que no le quita los ojos de encima. Luego se ríen. La vida de estos dos jóvenes gira alrededor de la pequeña y en la búsqueda de una mejor calidad de vida para ella, hoy realizarán un evento con el segundo elenco del Ballet Folklórico de Antioquia y el humorista Mario Betancur (el optómetra), para recoger dinero y poder continuar sus tratamientos.
Pico y Placa Medellín
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