La pregunta que autoexcluye a un alto porcentaje de potenciales donantes de sangre antes ni se hacía: ¿ha tenido una sola pareja sexual en los últimos 12 meses?
Así lo narra Patricia Galeano Sierra, que fue la segunda directora que tuvo el Banco de Sangre de la Cruz Roja, que precisamente hoy cumple 30 años de haber sido fundado.
"Antes algunos hospitales tenían sus bancos de sangre particulares, pero no todos gozaban del privilegio y de ahí surgió la necesidad de tener un banco que abasteciera a las demás IPS públicas y privadas del departamento, y en ese entonces las preguntas relativas a la intimidad sexual ni se hacían", recuerda Patricia, que hoy, 30 años después, sigue en la institución.
¡Claro…, en esos primeros años de la década del 80 empezó a hablarse con intensidad del Sida, y las transfusiones de sangre se volvieron asunto delicado. La vida sexual de los donantes pasó a ser asunto esencial.
Juan Camilo Olarte, coordinador de Salud del Banco y quien fue director del mismo, recuerda que en esos primeros años, el número de donantes fijos era de si acaso 300: "La ciudad era mucho más pequeña, a diferencia de hoy, que tenemos cerca de 2.400 donantes fijos". Ellos donan hasta 4 veces al año.
Olarte recalca en la diferencia que había en ese momento (1984) cuando las IPS tenían sus bancos para abastecimiento propio: "Ellos tenían donantes por reposición, cuando una persona era intervenida, el líquido debían reponerlo de inmediato" y esto lo hacían familiares.
El banco de la Cruz Roja recalcó en la voluntariedad y eso mejoró la cultura de la donación. Llegó a haber incluso donantes profesionales que lo hacían por negocio.
Hoy todo se hace por altruismo. Lo cuenta una donante habitual, Ana Gutiérrez, quien dona hace seis años.
"Heredé eso de mi hermana Lina, que dona cuatro veces al año, la sensación es que donar me da salud y sé que estoy salvando vidas", dice. Y recalca que ni se engorda ni se enflaquece por donar.
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