"Los libros objeto están hechos para que permanezcan. Deben ser cada vez más bellos y cada vez mejor hechos".
Con 40 años en el mundo editorial, Benjamín Villegas se considera un editor pequeño. El año pasado publicaron nueve libros y sin embargo Villegas Editores es una de las editoriales más premiadas y reconocidas por el buen gusto en el diseño de cada una de sus publicaciones.
Tiene libros de arte, fotografía, arquitectura, viajes de exploración, libros de historia y de ciudades, fauna y flora, casas coloniales, republicanas, casas de campo, y más recientemente, libros de ficción, novelas, literatura para niños y jóvenes...
La semana pasada, en la edición 2013 de los International Latino Book Award, que se celebra en el marco de la Feria del Libro de Nueva York, recibió 6 primeros premios y 3 segundos lugares, lo que significa reconocimientos para los 9 libros que enviaron a concursar. Además, Villegas acaba de ser galardonado con el Lápiz de Acero en la categoría Vida y Obra.
¿Qué tan importantes son esos premios para usted?
"Estos son los premios más importantes que se dan a libros publicados de carácter hispanoamericano en el mundo. Es ya un concurso que lleva 15 años, no es algo que se inventó ayer y que se ha hecho más importante en la medida en que la cultura Latina se ha fortalecido en Estados Unidos".
Es como ser un embajador cultural del país, entonces.
"Eso es en lo que nos hemos especializado en Villegas Editores. Nuestra trayectoria está dedicada a potenciar la buena imagen de Colombia en los distintos campos de la cultura".
¿Qué tanto interviene usted en cada publicación de Villegas Editores?
"Totalmente. Villegas Editores es una editorial pequeña. Ahora que se habla de los pequeños e independientes, quien ha dado ejemplo de eso soy yo y sigo siendo pequeño e independiente. Tener un catálogo con 200 o 300 libros no significa que uno sea grande. Nosotros este año publicamos nueve libros, por ejemplo.
Nueve libros que son un montón de trabajo, pero frente a otras editoriales que publican un libro semanal, pues seguimos siendo pequeños, razón por la cual más que un negocio lo que yo tengo es un oficio. Así que participo en todos los libros, durante todo el proceso. Aunque tengo un departamento de arte, un departamento editorial, un equipo de diseñadores gráficos, y una relación profunda con cada publicación".
Y supongo que ya pasó de buscador a ser buscado.
"No crea. En literatura me llegan pero de último, precisamente porque soy pequeño. En el caso de los libros ilustrados, el material de fotógrafos y expedicionarios, sí nos buscan de primeros y eso nos da la posibilidad de acceder a materiales privilegiados".
¿Cómo hace para escoger qué libros trabajar, qué publicar y que no?
"Hay muchos caminos. Las ideas están como en el aire y uno coge una de ellas. En algunos casos aparecen los autores o los fotógrafos con las ideas o encuentra uno que hay vacíos...
A nosotros nos interesan los libros de arte y arquitectura y entonces siempre hay un artista o un arquitecto a quien hacerle un homenaje. Incluso no puede uno hacer todos los que quisiera.
Y a veces hay oportunidades únicas, como el libro de José María Gutiérrez de Alba, con unas acuarelas del siglo XIX que me encontré en un viaje a España, las adquirimos y publicamos. O a veces es que no existen libros como uno quisiera sobre el café, las aves o el agua, entre otros temas".
Usted es una persona sensible al arte. ¿Cómo escoge a los artistas?
"Tiene que ver mucho con la coyuntura y con la suerte. Me gusta mirar a los artistas que ya han logrado establecer un capítulo lo suficientemente sólido para saber que esa es su vida. Y hay algunos que uno piensa, como maestros, y uno no puede dejar morir al maestro Manuel Hernández por ejemplo, sin hacerle un libro. Eso pasó en los años 80 con Pedro Nel Gómez o con Débora Arango, o Rodrigo Arenas Betancourt.
Además está el gusto personal y la coyuntura de que los libros de gran formato necesitan algo de patrocinio y entonces hay clientes que escogen entre una serie de alternativas que he venido estudiando".
¿Qué temas le quedan pendientes?
"En el país la cultura es supremamente amplia. Hay unos que estamos volviendo a hacer, como un nuevo libro de mariposas. Hay otros que evolucionan, como los de artesanía y arte popular. Tengo en espera un libro sobre la historia de la caricatura. Uno va encontrando vacíos y ahí se va interesando en otros y van surgiendo ideas".
Y usted es una máquina de ideas...
"Pero no todas las desarrollo, aunque sí les gasto el tiempo de ver hasta dónde pueden dar para conformar o no un libro".
¿Qué lee Benjamín Villegas?
"Tengo que leer mucho. Leo todo lo que publico, pero fundamentalmente me gusta leer narrativa. Me acabo de leer Hot Sur, de Laura Restrepo y antes, Las reputaciones de Juan Gabriel Vásquez ".
¿De verdad se siente un escritor frustrado?
"Sí. Soy consciente de que no soy suficientemente buen escritor, así que lo que hago es escribir unas solapas de los libros que hacemos".
¿Cómo hacer para no perder la pasión por lo que se hace?
"De vez en cuando aparecen estimulantes como estos premios o el Lápiz de Acero. Son espaldarazos. Además este es un oficio muy agradable".
¿Cómo le gustaría que lo recordaran? ¿Como arquitecto, como diseñador?
"Como el editor de la buena imagen de Colombia".
¿Le gusta la definición de libro objeto?
"Sí, por supuesto. Eso es lo que de alguna manera hago y lo que hay que seguir haciendo, porque el libro de lectura cada vez se está yendo a las opciones digitales".
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