Más allá de lo invariable del sorteo, que además nos resultó benéfico, queremos escribir de la Selección Colombia de Fútbol porque en los últimos dos años copó felizmente la atención del país. Y llega al Mundial Brasil 2014 con la posibilidad de cumplir una buena y prometedora primera ronda contra Costa de Marfil, Grecia y Japón.
De los analistas y expertos podemos recoger una impresión inicial: será un grupo parejo frente al que resulta innegable que si nuestro equipo despliega su mejor potencial y nivel técnico, tendrá una opción segura de avanzar a los octavos de final.
Pero de este ambiente, lleno de alegría como lo debe ser el del fútbol en su expresión organizativa y lúdica más apreciable, queremos recoger las semillas que nos darán frutos sin amargor: Colombia está en el escenario ideal del fútbol planetario. Eso es mucho. Eso es grande. Eso es un paliativo para un país que con frecuencia, en vez de contar goles y puntos, cuenta balas y muertos.
Había posibilidades de ligar con seleccionados mucho más potentes y complicados, entonces, empezar en ese grupo (el C, así como quedó) constituirá un inicio de campeonato prometedor. OJO: todos, hinchas y jugadores, no ganemos nada sin antes jugar. Italia y Estados Unidos ya nos dejaron suficientes lecciones. Y OJO: cero violencia. Honremos el valor simbólico del juego, esa competencia en la que nadie muere, ni siquiera el más "malo".
Escogimos un comentario al azar entre las decenas que ayer y hoy están publicados. Es de Univisión y dice: "Una agrupación con equipos de nivel muy similar donde la selección cafetalera parece llevar las de ganar gracias al poder ofensivo que tiene en Radamel Falcao, James Rodríguez y Jackson Martínez. Costa de Marfil no se queda nada atrás y puede aspirar a la cima con el talento de Yaya Touré, Didier Drogba y Salomón Kalou. Japón y Grecia lucen por ahora un peldaño más abajo pero no se puede descartar la lucha".
El jugador James Rodríguez, clave en la zona de volantes de creación de nuestro seleccionado, compartió un tuiter que refleja esa ilusión con que llegamos a la competencia: "Buen grupo, rivales exigentes. Con trabajo, respeto y humildad lucharemos por un sueño". Una reflexión alentadora si pensamos que proviene de un muchacho de 22 años, hambriento de gloria y lleno de amor por su país.
Si miramos al "vecindario futbolístico", reiteramos que no nos fue tan mal: por ejemplo a Chile, ese durísimo rival al que le empatamos 3 a 3 en Barranquilla, en la penúltima fecha, le tocó bailar con expertos competidores y ganadores: España, Holanda y Australia. Y a Uruguay, cuarto en Sudáfrica, le tocará echarse unos pasos con Italia, Inglaterra y Costa Rica. Semejante a Argentina, gozamos de la oportunidad del grupo más parejo para salir a la pista en el sambódromo del fútbol, en Brasil.
Ayer, disfrutamos de la presencia de figuras destacadas del fútbol como Cafú, Zidane y Cannavaro que nos "dieron", con sus manos, no con sus botines, la suerte de iniciar la carrera por la Copa Mundo sin tener que medirnos con potencias de esas que alcanzan a helarnos el corazón y la sangre.
Será fabuloso seguir, partido a partido, la participación de Colombia en Brasil 2014. Con Grecia comienza el sueño mundialista. Ojalá nos signifique arrancar acompañados por los dioses, por sus manos protectoras. El resto les toca escribirlo a los muchachos, con el talento de sus pies.
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