A sus 16 años María Paz Echeverri Ramírez salió de Armenia para venir a estudiar a la Escuela de Ingeniería de Antioquia. Su ventaja es que tenía claro que quería formar su vida profesional en una ciudad grande y que lo suyo era la Ingeniería Biomédica.
El traslado de ciudad y de vida académica lo tomó con tranquilidad. María Paz cree que le ayudó llegar a una casa de familia pues el semestre pasado vivió en Medellín con su hermana mayor, su cuñado y dos sobrinos.
La cantidad de alumnos de la EIA también colaboró porque no son demasiados y en ese aspecto el cambio con respecto a su colegio en Armenia no fue brusco. En comparación con el bachillerato el horario de estudio sí se le extendió, lo cual podría ser una complicación pues tenía que desplazarse hasta la sede de la U en Las Palmas pero al segundo día María Paz ya tenía compañeros que se ofrecieron a llevarla.
Rebeca Vélez Quintero, de Bienestar Universitario de la EIA, cree que en el caso del alumno que también es nuevo en la ciudad, lo que hay es un reto adicional y en la institución se les "invita a formar grupo con otros estudiantes foráneos, con el cual se sienta identificado y le permitirá sentirse acogido y aceptado".
La psicóloga Vélez dijo que la transición del colegio a la U "se trata de recorrer un camino de autoconocimiento, organización, responsabilidad y disciplina, el cual hay que seguir, para encontrar los hábitos, herramientas y estrategias que le permitirán aprender de acuerdo con sus propios ritmos, expectativas y deseos".
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