El golpe dado al cartel de Los Zetas con la captura de Miguel Ángel Treviño Morales, alias "Z-40" o "la muerte", uno de los hombres más buscados de México, no solo tiene en alerta a las autoridades de ese país por un posible aumento de la violencia, sino que estructuras criminales colombianas también están atentas a este reacomodo para continuar el negocio de droga que sale hacia E.U.
En este engranaje el cartel mexicano es pieza clave. Por eso el Gobierno norteamericano felicitó ayer al de México por la detención del capo, a través del portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, quien se abstuvo de hablar de extradición pero se limitó a afirmar que no podía comentar sobre una posible extradición, porque eso sería adelantar acontecimientos, destacó AP.
Edgardo Buscaglia, experto en crimen organizado, dijo que la experiencia internacional muestra que con la captura de líderes de ese tipo de grupos "se corre el peligro de mayor atomización y más violencia extrema del conflicto armado si no se atacan también los negocios con los que se financian".
Por su parte, Alejandro Hope, exmiembro del servicio de inteligencia nacional de México, dijo a AP que "todavía habrá personas que se llamen Los Zetas, bandas de individuos que mantengan el mismo modus operandi y, por tanto, habrá peleas por el control de redes ilegales".
Relación con Colombia
Fuentes de la Dirección Antinarcóticos de la Policía de Colombia explicaron a este diario que la droga que sale desde territorio nacional normalmente es embarcada vía marítima con destino los mercados internacionales de Centro y Norteamérica.
Según las autoridades, tanto para los Urabeños, que comenzó relación con Los Zetas, a través del prófugo Dairo Antonio Úsuga David, alias "Otoniel", "Mauricio" y "Mao", es importante el nexo con el cartel de Los Zetas. De hecho, Alexander Montoya, alias el "Flaco", quien es familiar del prófugo cabecilla urabeño, estaba listo para radicarse en México para controlar el negocio pero fue capturado en 2012 en Honduras, tras ser delatado por una mujer con quien tenía una relación sentimental.
El "Flaco", dice un funcionario de inteligencia que pidió guardar su nombre, era el hombre encargado de enviar y recibir los cargamentos de droga que salían de Colombia hacia Honduras. En ese país, Los Zetas recibían la cocaína y la llevaban a México y E.U.
Según la Policía de Colombia, la estrategia antidrogas golpeó la red de proveedores de cocaína de Los Zetas, que perdió a tres abastecedores clave: Ericson Vargas Cardona, alias Sebastián; Daniel "el Loco" Barrera, y Henry de Jesús López Londoño, alias "Mi Sangre".
Según el reporte, al que accedió la revista mexicana Proceso, alias "Mi Sangre", capturado en Argentina el 30 de octubre de 2012, "se constituyó en el principal proveedor de estupefacientes del cartel de Los Zetas a través del Golfo de Urabá".
Otro grupo que tendría contacto con el cartel mexicano es el frente 36 de las Farc, con injerencia en el nordeste y Bajo Cauca antioqueños.
Asimismo, el grupo llamado los Pepes, con sede en Cúcuta, trafica a través de la frontera con Venezuela y su jefe es alias "Nono", excontador del ex paramilitar Salvatore Mancuso.
Asimismo, Los Zetas tenían importantes nexos con la estructura de la Oficina, en cabeza de alias "Sebastián", que de acuerdo con información policial, obtenían a través de esta banda criminal armas de última generación.
Ya en noviembre de 2011 había caído en Venezuela, otro socio importante de Los Zetas, Maximiliano Bonilla, alias "Valenciano".
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