No arrepentirse de nada, disfrutar al máximo cada momento de la vida y hacer las cosas bien, de modo que cuando llegue la muerte no haya tristezas ni afanes por alcanzar el perdón de alguna persona agraviada.
Es la filosofía de Catalina Piedrahita Múnera, bailarina del Ballet Folklórico de Antioquia, quien empacará maletas para viajar a los Juegos Olímpicos de Pekín.
Pertenece al selecto grupo de los humanos a los que les ha rendido la vida. Alejandro Magno, que antes de los treinta ya era Rey de Macedonia; Rimbaud, que a los veinte ya había recorrido la poesía y se dedicaba a traficar con armas en Abisinia; Pelé, que debutó en un Mundial de Fútbol a los 17...
Con cumpleaños el 21 de enero, debió convencer a sus padres de que la suya, bailarina, era la profesión que quería seguir.
De niña, soñaba con viajar por el mundo. Y entre los países que tenía en mente estaban Francia, Cuba y Rusia. De ellos, a los dos primeros ya fue con el Ballet; al tercero, irá en agosto, después de visitar China. Quisiera viajar también a Austria, Países Bajos, Italia, Grecia, Australia, India y Japón. Bueno, a Japón irá después de visitar China y Rusia, de modo que en su lista de diez países soñados, al terminar 2008, no quedarán más que seis.
Anhela seguir viviendo en Medellín y trabajando en el Ballet.
"Me moriría si pudiera llegar a integrar el Ballet Nacional de Cuba o el Bolshoi, de Moscú, pero allá ingresa la gente desde niña".
A la hora de elegir entre el campo y la ciudad es exigente: prefiere la tranquilidad del campo, pero bien cercano a la ciudad.
Como el 93 por ciento de los jóvenes de su edad, piensa que la buena vida no está en la riqueza material. "Quiero llegar a ser rica en lo espiritual y en lo profesional, como artista".
Esta bailarina siempre sonriente no sabe de política -al menos no de políticos- y no tiene claro quién podría llegar a ser presidente.
Sabe, más bien, cómo quisiera que fuera su pareja, cuando la tenga: "que me dé tranquilidad, me acepte como soy, me brinde apoyo en momentos de necesidad".
"¿Miedo? ¿Será al mismo destino? A los cambios súbitos. Uno está súper bien con alguien una noche y a la mañana siguiente todo termina... De eso me da miedo". Y no quiere casarse. Le suena la idea de una pareja y hasta de un hijo, pero ¡casarse!...
En una mujer tan sensible como ella, al inquirírsele por sus marcas preferidas, no sorprende que responda: "Me gusta la zapatilla Gaynor para ballet clásico. Es anatómica, se puede lavar, pues es de fibra de vidrio y no de yeso, las hay para pie ancho y pie angosto..."
Tiene claro que quisiera tener un auto como el de Mr. Bean, el personaje cómico inglés: un Mini Cooper.
Digamos que no es rumbera. Bebe con deleite ron cubano cuando bebe.
Que no es muy religiosa ni agorera. Tiene, sí, la imagen del santico de las bailarinas: San Lázaro.
Y tiene, con los del Ballet, una oración propia, que rezan a punto de salir a cualquier escenario:
Te damos gracias, Señor, porque siempre estás con nosotros. Te pedimos y suplicamos que nos ilumines y nos protejas. Que nos des memoria coreográfica y musical. Armonía de grupo. Evita cualquier accidente físico en el escenario, cualquier burla o crítica destructiva. Amén."
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6