Primero fueron La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC). Un estudio realizado entre ambas instituciones indicaba que los celulares podrían ser responsables de algunos tipos de cáncer.
"Los campos electromagnéticos generados por las radiofrecuencias de ese tipo de dispositivos se consideran posiblemente carcinogénicos para los humanos", señaló la investigación, que se dio a conocer a principios de junio.
Ahora, una investigación publicada en la revista Environmental Health Perspectives , recogida por la agencia de noticias británica Reuters, indica que la relación entre el uso de los teléfonos celulares y los tumores cerebrales es nula.
Una importante revisión de investigaciones anteriormente publicadas realizada por un comité de expertos de Gran Bretaña, Estados Unidos y Suecia concluyó que no existe evidencia convincente para hablar de alguna conexión entre los celulares y el cáncer.
Los especialistas también hallaron que no existirían mecanismos biológicos establecidos a través de los cuales las señales de radio de los celulares podrían generar tumores.
"Aunque sigue habiendo cierta incertidumbre, la tendencia en la evidencia acumulada es cada vez mayor contra la hipótesis de que el uso de teléfonos móviles pueda causar tumores cerebrales en los adultos", escribieron los expertos en la revista Environmental Health Perspectives.
Anthony Swerdlow, del Instituto de Investigación del Cáncer de Gran Bretaña, que dirigió la nueva revisión, dijo a Reuters que ambas posiciones no son necesariamente contradictorias, dado que la IARC necesitaba colocar a los celulares en una categoría de riesgo pre-definida.
"Estamos tratando de decir (...) que creemos que la relación existe. Ellos (IARC) intentaron clasificar el riesgo según un sistema de clasificación preestablecido", dijo Swerdlow. Otras de las cosas consideradas por la IARC como posiblemente cancerígenas son productos tan disímiles como el plomo, los vegetales en escabeche y el café.
Difícil de comprobar
En ciencia, probar la ausencia de un vínculo es siempre más complejo que encontrar una asociación, y Swerdlow señaló que en los próximos años debería ser más claro si existe o no una relación entre los celulares y el cáncer.
"Este es realmente un tema difícil de investigar", dijo David Spiegelhalter, profesor de la University of Cambridge, que no participó del estudio.
"Pero incluso ante las limitaciones de la evidencia, este informe es claro sobre que cualquier riesgo parece ser tan pequeño que es muy difícil de detectar; aun en las masas de personas que actualmente usan celular", agregó.
Swerdlow es presidente del Comité Permanente sobre Epidemiología de la Comisión Internacional sobre Protección de la Radiación No Ionizante.
La comisión es la entidad internacional, reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que confecciona las guías sobre los límites de exposición a radiación no ionizante.
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