No hace mucho tiempo el Gobierno anunciaba, con bombo y platillos, la realización, en el año 2013, del Censo Nacional Agropecuario.
En su momento, esta noticia era altamente significativa, pues el país es, en el concierto de naciones, uno de los pocos que, por décadas, no ha realizado esta necesaria actividad.
Sin embargo, al momento, y según lo ha anunciado la revista Dinero, está en riesgo la ejecución de dicho Censo. Ahora resulta que el Gobierno no tiene los recursos necesarios para financiar la realización del mismo el próximo año.
A pesar de que hace unos pocos días se informó de la importante asignación presupuestal que en 2013 tendrá el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, pareciera que en la misma no se consideran los recursos que aseguren que el Censo podrá realizarse, como estaba previsto desde un principio, en 2013.
El interés que hasta no hace mucho demostraban las autoridades sectoriales por la realización histórica del Censo Agropecuario, hoy en día pareciera que hubiese desaparecido. Ello no deja de sorprender, pues no sólo es increíble que el país continúe, como ha ocurrido durante los últimos 40 años, diseñando y ejecutando políticas públicas sin información confiable y robusta estadísticamente, sino que, frente a los grandes retos que implica la puesta en marcha de los diferentes TLC, ni el sector público ni el privado dispongan de la misma.
Uno de los mayores avances que durante las últimas décadas ha tenido la teoría económica es, precisamente, en lo que tiene que ver con la información. Algunos autores le dan tanta importancia a la misma que consideran que una empresa es, en esencia, información.
La información es un elemento clave para la toma de decisiones de los actores económicos. Igualmente, es vital para el buen desarrollo de los procesos productivos y comerciales. Es por ello que muchos países en el mundo han desarrollado esquemas y sistemas de información agropecuaria que le proveen a los diferentes actores de las cadenas sectoriales de información actualizada y veraz.
En Colombia, a pesar de que algunos especialistas y legos en la materia consideran que el sector agropecuario está sobrediagnosticado, resulta que hoy en día, esto es, en pleno siglo XXI, no se sabe, entre otras muchas cosas, cuántos productores agropecuarios hay en el país, tampoco se conocen las áreas dedicadas a muchas actividades agropecuarias, poco se sabe acerca de los niveles tecnológicos, las productividades y los costos de producción de la gran mayoría de actividades del sector, igualmente, se desconocen los inventarios detallados de las diferentes especies animales, etc.
Un censo es útil en tanto sirva como base de información a partir de la cual se organice un sistema de información actualizado y actualizable que incluya diversos temas para ser investigados. Dada la actual situación de atraso que tiene el país en materia de información agropecuaria, el Censo Agropecuario de 2013 constituye un mecanismo adecuado para avanzar en el tema.
Ojalá que el Gobierno asigne los recursos necesarios y dejemos el oscurantismo que frena la transformación y la modernización de la agricultura colombiana.
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