Para luchar contra el envejecimiento de la población, por primera vez en tres décadas el Gobierno de Shangai promueve a través de una campaña agresiva que matrimonios en los que ambos son hijos únicos tengan dos bebés en vez de uno.
Con la idea de elevar el nivel de vida y controlar la explosión demográfica de China, el país más poblado del mundo, en 1979 se adoptó la política de un solo hijo por familia, que condujo a un aumento en los abortos, el desequilibrio de sexos y una reducción en la fuerza laboral joven.
Xulio Ríos, director del Observatorio español de la Política China en Shangai, dijo a EL COLOMBIANO que al reversar esta medida se busca aligerar el peso de los hogares de hijos únicos que responden por sus padres ante la falta de un adecuado sistema de pensiones y, a la vez, prevenir una futura escasez de mano de obra.
"Los mayores de 60 años en Shanghai suponen cerca del 22 por ciento de la población y en 2020 podrían representar el 34 por ciento", afirmó el investigador.
Ríos explicó que en los últimos 30 años, y según las autoridades, se han evitado cerca de 400 millones de nacimientos que han dado lugar a unos 90 millones de hijos únicos.
Si bien no es nuevo que estas parejas puedan tener dos hijos porque la política se ha ido flexibilizando, sí es la primera vez que se promueve activamente con visitas casa a casa y volantes informativos para agilizar el proceso de cambio.
Cambios a la medida
Shangai, la capital financiera de China, experimentó rápidamente un crecimiento económico y un aumento en la calidad de vida de sus habitantes.
Maya Alvisa, licenciada en estudios orientales, aseguró que a la par que sigue obteniendo este desarrollo en áreas como la tecnología, requiere incorporar gente joven a todo el proceso, aún si ello significa flexibilizar un poco el control de natalidad en una de las ciudades más pobladas del planeta.
Pero no solo en Shangai son permitidos dos hijos en algunos hogares. Alvisa aseguró que también sucede lo mismo en algunas ciudades del interior, en donde se requiere mano de obra para trabajar en agricultura.
Este control oficial en la cantidad de hijos ha llevado a un desequilibrio de sexos porque muchos prefieren los hijos varones por su fuerza laboral y por tradición, llegando a abortar si saben que esperan una niña. "Por eso hay una política nacional en la que está prohibido conocer el sexo en las ecografías", dijo Alvisa.
La política de un solo hijo ha sido muy controvertida y en los últimos 10 años China la ha ido ajustando, aunque es poco probable que llegué el día en que se elimine de todo el territorio nacional.
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