Luego de tres meses de investigaciones, La Armada Nacional y la Dijín de la Policía, encontraron que miembros de la organización narcotraficante de México, conocida como el cartel de Sinaloa, estuvo visitando laboratorios de droga de la banda crimilal de los rastrojos en el pacífico caucano, con el fin de verificar la producción de grandes cargamentos de cocaína pactados entre los mismos. Luego del trabajo de inteligencia se lograron incautar 1.181 kilos de cocaína en Buenaventura que iba para esta organización en México.
El cargamento fue detectado cuando había sido camuflado dentro de un barco pesquero de nombre Holly, que tenía como siguiente destino el puerto de Balboa en Panamá.
"Ahí entregarían los alijos a una estructura del Cartel de Sinaloa, que sería la encargada de embarcar el cargamento en un buque de gran calado con caletas acondicionadas, con destino final los Estados Unidos", aseguró la Dijín de la Policía en un comunicado, en el que también se explica que el operativo tuvo apoyo de la DEA y la Fiscalía General de la Nación.
Las autoridades capturaron a los siete tripulantes del barco Holly, el cual fue interceptado por la Armada Nacional a 90 kilómetros del puerto de Buenaventura. Según se conoció, la embarcación había zarpado del muelle La Palera.
La operación también tuvo apoyo del avión patrullero marítimo de la Armada Nacional, según dijo el almirante Hernando Willis, jefe de operaciones de esa institución. El oficial indicó que "gracias a la coordinación de los servicios de inteligencia, las autoridades marítimas verificaron la embarcación, donde detectaron posibles modificaciones en su estructura, por lo que el personal y la motonave fueron conducidos a la estación de Guardacostas de Buenaventura".
Fue así como encontraron que en los tanques de agua potable estaban escondidos 59 sacos con la droga. "El alijo tendría un valor cercano a los 35 millones de dólares", dijo el almirante Wills, quien estuvo acompañado del general Jorge Hernando Nieto, director de la Dijin, y el comandante de la Policía de Buenaventura, coronel Oscar Gómez.
Este decomiso pone en evidencia la presencia de miembros del Cartel de Sinaloa en el Pacífico colombiano. Los integrantes de estas organizaciones mexicanas estarían llegando a Colombia para negociar directamente la compra y salida de la droga, sin la necesidad de acudir a otros intermediarios.
