En estos días en que muchos se han encantado con la fotografía, hay un fenómeno natural que de seguro quisieran lograr con la cámara, porque si lo hacen, tendrán una foto bella, de esas que emocionan: un relámpago.
Solo que hasta el dicho, irónico él cuando se usa para una situación que parece imposible, lo insinúa: es más fácil coger un rayo por la cola...
Tomar una imagen de esa descarga eléctrica no es fácil y puede ser, si no se toman precauciones, muy peligroso. La tarea, sin embargo, es posible, con algunas recomendaciones, y más en Medellín, la ciudad del mundo con mayor actividad de rayos.
Según una nota que se publicó en El Colombiano en 2010, estudios de los últimos 30 años señalan que la actividad se centra hacia al sur, en límites con Envigado.
Aliste la cámara y váyase de cacería, como Henry Agudelo, editor de fotografía de este periódico, que trata de agarrar los rayos con la cámara, desde hace mucho tiempo.
Preparación técnica
Las herramientas son fundamentales. Es muy difícil, explica Henry, lograr una foto de un relámpago con una cámara no profesional. Así que necesita una, digital o analógica, no importa la marca, que sea de lente intercambiable. El mejor son los angulares o gran angulares, para que tenga un buen alcance en el espacio. Prefiera los angulares entre 17 y 50 mm. También se puede con un Zoom 70-200 mm.
Se debe utilizar un ISO 50-100, para que el obturador quede abierto el mayor tiempo posible. El diafragma que se utiliza es de 9F o 5,6F.
El trípode es importante, pero prefiera uno de carbono o plástico, porque el metal atrae los rayos y puede ser peligroso. Puede elegir el tiempo de exposición, 10, 15, 30 segundos, o un minuto, máximo, "que es lo que te va a aguantar una cámara digital, para que los pixeles no se estallen y se genere ruido". También puede utilizar el programa de la cámara que se llama Bulb.
Prefiera la noche, porque entre más luz haya, más difícil será. De todas maneras, si quiere probar en el día, utilice filtros de densidad neutra, marca N1, N2, N4 y N8, para bajar la intensidad de luz, porque como la exposición es tan alta, hay que evitar que las fotos queden blancas.
Puede pensar también en un disparador remoto con cable o temporizador por segundos.
Mucha paciencia
Siéntase como un cazador. Tenga en cuenta que es de suerte, pero también de buscar, estar preparado y ser constante con el disparo, es decir, si puso el tiempo de exposición cada 30 segundos, dispare cada que se agote esa espera. Si lo hace, en algún momento algún rayo va a quedar en su cámara.
Casi siempre, precisa Henry, que empiezan a caer rayos en un sitio, ahí seguirán, salvo que la tormenta cambie de rumbo. Donde aparezca el rayo, ese será su encuadre. Enfoque al infinito y un punto de referencia, un edificio o una escultura.
"No es difícil — cuenta el editor de fotografía—, pero es de pasión, paciencia y tiempo para darse espera de que en dos horas vas a hacer una foto o incluso nada".
Protegerse es fundamental
Tomar estas fotos sin precaución es peligroso. Lo mejor es registrarlas a buena distancia de la tormenta. Si está muy cerca no lo haga, nunca, a campo abierto. Para saber qué tan lejos está, expresa Henry, hay que contar a partir del relámpago los segundos transcurridos hasta que se oye el trueno. Cada segundo son 300 metros. Un trueno retumbante es tormenta lejana, uno seco es cercana. Recuerde no hacerse cerca a árboles o sitios que atraigan rayos, ni tenga en su cuerpo elementos metálicos.
La recomendación, no obstante, es hacerlo en lugares cerrados. Piense en su casa o en un vehículo con ventanas cerradas. Pegue el lente al vidrio y verá que este no le estorbará. Siempre, su seguridad es prioridad.
Lo demás es disfrutar y esperar.
Pico y Placa Medellín
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