Hans Peter Müller, escritor y conferencista suizo experto en temas latinoamericanos, acaba de publicar un oportuno artículo en la revista Visión, el cual resumo a continuación.
Ni los colombianos ni los venezolanos admiten una guerra fratricida. ¿Por cuáles motivos se estima con probabilidad elevada un conflicto armado contra la voluntad de los dos pueblos? Se pregunta el señor Müller.
Resulta innegable aceptar que el presidente venezolano, Hugo Chávez, ha logrado poco a poco los objetivos de su Socialismo del Siglo Veintiuno y de su Revolución Bolivariana. Si Chávez se hubiera identificado al inicio como socialista, no habría sido ni elegido, ni reelegido. Sutilmente disfrazó él sus intenciones hasta consolidar su poder sobre todas las instituciones. Tras dominar el Sistema Judicial, conformó sus hordas intimidantes, y se confesó socialista sin máscara, a pesar de que la mayoría de los venezolanos detestan todo esto.
Chávez manifestó hace años su deseo de extender la Revolución y el Socialismo aludidos a todos los países de la antigua Gran Colombia y luego a toda Latinoamérica. Ésta, como muchas otras declaraciones que parecían en su momento absurdas, debe ahora ser tomada en serio. Cuando comenzó a armar su ejército con aviones y tanques rusos y a entrenar y dotar a sus hordas con fusiles de asalto, so pretexto de defender a Venezuela del supuesto imperialismo estadounidense, pocos lo interpretaron como una amenaza continental.
“La amarga realidad nos indica que las condiciones están dadas para que el presidente Chávez pueda tomar libremente, a la fecha, decisiones para gastar los recursos del Estado o para entrar en un conflicto bélico con el fin de realizar sus sueños megalómanos. Quienes han estudiado estas personalidades afirman que no escatimará ningún medio hasta lograr sus metas”. Estima Müller.
Colombia ostenta para Chávez una posición estratégica similar a la de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Para Hitler y sus aliados, Japón e Italia, la toma del Reino Unido les resultaba ser clave para conquistar el mundo. Gracias a los estadounidenses y a sus aliados no terminamos todos hablando alemán. Colombia ha figurado en la mira del socialismo internacional desde el 9 de abril de 1948. El Foro de San Pablo también nos tiene en la mira por nuestra posición estratégica.
Estamos frente a una gran incertidumbre, concluye el señor Müller, “pero me parece sabio aprender de la Historia, es decir, analizar cómo han actuado los líderes con la personalidad de Hugo Chávez con el fin de prepararse frente a una posible situación extrema”.
Quien firma esta nota apoya a quienes sostienen que so pretexto de venderle a Chávez algunos productos colombianos no podemos sostener con él una diplomacia “meliflua y babosa”. Inaceptable considero eliminar el acuerdo militar con los Estados Unidos o tolerar los campamentos de las Farc en Venezuela. Por fortuna, Colombia ya ha canalizado hoy el 80% de sus antiguas exportaciones a Venezuela hacia otros países.