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El 91 por ciento del sector financiero salvadoreño está en manos de extranjeros y de ellos, el 53 por ciento de los activos son administrados por los bancos colombianos. Una porción importante de los sistemas financieros de Honduras, Costa Rica, Guatemala y Panamá también tienen capital nacional.
Es claro que la expansión internacional de la banca colombiana a Centroamérica obligó a los organismos de vigilancia de las dos regiones a trabajar en equipo. Por eso, ayer en Bogotá se reunieron los superintendentes financieros y supervisores de Colombia, Panamá, Islas Caymán, El Salvador y Guatemala con una tarea específica: crear el primer Colegio de Supervisores del Banco de Bogotá, que es dueño del BAC Credomatic, con presencia en toda la región.
El objetivo, aseguró Gerardo Hernández Correa, superintendente Financiero colombiano, es el de analizar las cifras de la casa matriz del BAC para desarrollar prácticas conjuntas de supervisión que permitan hacer un control adecuado.
Los grupos financieros colombianos pasaron de tener 35 entidades en el exterior, a finales de 2007, a 140 a la fecha, lo que significa un incremento de cuatro veces, con un crecimiento en los activos colocados en el exterior del 160 por ciento: pasaron de 10.490 millones de dólares en 2007 a 27.300 millones de dólares en 2012, equivalentes al 13 por ciento de los activos del sistema financiero del país.
El trabajo en equipo, dijo Hernández, implican un gran desafío para las entidades supervisoras y permitirá, por ejemplo, cerrarle la puerta al lavado de activos, indicó.
Víctor Ramírez, superintendente del Sistema Financiero de El Salvador (donde está Bancolombia con el Banco Agrícola y próximamente, Davivienda que adquirió los activos del Hsbc), sostuvo que la supervisión conjunta permitirá mejorar las prácticas para beneficio de los ahorradores.
Un mercado natural
Alejandro Figueroa Jaramillo, presidente del Banco de Bogotá, confió en que de esta reunión habrá positivos resultados para los vigilados y los vigilantes. El banquero recordó que la adquisición del BAC Credomatic, por 1.920 millones de dólares a finales de 2010, fue una suerte, gracias a la crisis de 2008. Para el banquero, Centroamérica es el mercado natural de Colombia para crecer y por eso otras entidades financieras y de la economía están en esa región. EPM, la ETB y Grupo Nutresa decidieron investir en estos países, en consonancia con lo que venía haciendo la banca colombiana.
Por eso, Figueroa Jaramillo resaltó que son muchas las enseñanzas que tiene Colombia para Centroamérica y viceversa, y una de ellas es la de la supervisión bancaria.
Vilma Morales, superintendente de Bancos y Seguros Honduras, destacó el papel de los bancos colombianos en la tarea de bancarizar un país con baja penetración financiera. Para la supervisora la llegada del capital foráneo dinamizará el sector y permitirá incorporar buenas prácticas de vigilancia tanto de Colombia como de Honduras.
Gerardo Hernández Correa aseguró que el Colegio de Supervisores será más frecuente gracias a esas inversiones colombianas que se están haciendo no solo en Centroamérica sino también en América Latina, como lo hizo Sura al hacerse a los activos de ING en la región.
La coordinación evitará la duplicidad de tareas y facilitará la supervisión. El riesgo de la banca es constante y sobre todo en esta época de crisis, reconoció Vilma Morales. Por eso el desafío es mantener unos sistemas sanos que no afecten las economías.