Esta semana me dispuse a comer un almuerzo casero, de los que uno busca para recordar el sabor de la mano de mamá. Salí y encontré un sitio sencillo, pero acorde con lo que buscaba. La atención no tuvo nada anormal, pedí y en 5 minutos llegó mi plato típico. Tal vez llevaría cuatro cucharadas cuando todo el mundo volteó a ver al mismo punto. De inmediato subieron el volumen al televisor que había atrás de mi. Justo en el momento que miré un hombre en la pantalla asesinaba a otros dos captado por una cámara de seguridad. Mi almuerzo fue fastidiado.
Hay una manera fácil de saber si usted tiene un restaurante ordinario y con la misma ecuación y respeto le diré si usted como cliente lo es, si hombre, si usted es un ordinario. ¿No sabe qué es ser ordinario? Le aclaro. Ordinario, no es sólo ser común o habitual. También es ser de mal gusto, poco refinado, de baja calidad y mal educado.
Yo he defendido, defiendo y defenderé la cocina colombiana y sus sitios para disfrutarla, pero nunca voy a sacar la cara por un sitio zafio. De igual manera le envío un mensaje a los lugares de cocina local, que vendan morcilla, chorizos, bandejas, sancocho o lo que sea de nuestra tierra y que no tengan como materia prima necesaria e inquebrantable la higiene. Ser humilde no significa ser inmundo, pero ese es otro tema para después.
Cuando uno sale a comer, o a almorzar sale a eso. El momento del alimento debe ser sagrado, para compartir, pero no más. Me da mucha pena con los colegas de noticieros nacionales, pero la costumbre de emitir cada día las imágenes de cámaras de seguridad con escenas terroríficas en nada ayuda a nuestra sociedad. El cuento de que es la verdad y debemos mostrarla es bazofia. Ese tipo de televisión no tiene responsabilidad social y el otro cuentico del presentador de salvar culpas al aclarar que son escenas que pueden herir la susceptibilidad me cae al hígado.
Así señor que si usted tiene restaurante y en él una gran pantalla de tv, en el que sintoniza el noticiero del medio día le notifico que tiene un restaurante ordinario, en el que le da gusto a clientes ordinarios.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
