Les salimos debiendo. Ahora resulta que David Murcia Guzmán está en peligro en Colombia, y su esposa, Ivette León, se siente perseguida en Uruguay. No ha sido suficiente para ellos conocer cientos de horas de grabación ni los testimonios de sus propios lugartenientes, Daniel Ángel y Margarita Pabón, que los involucran en negocios ilícitos para aceptar que no es el Gobierno, como lo dicen ellos, los que los persiguen, sino sus actuaciones y sus comportamientos delictivos.
Lo que faltaba ahora es que Murcia alegue falta de garantías hasta en los jueces, y su esposa, desde Uruguay, pida "refugio territorial" en ese país, aduciendo riesgos para su vida y acusando al Gobierno de ser el responsable de ese peligro.
Ahora que no nos salgan con caritas de yo no fui.
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