Las preocupaciones sobre el aumento de las tasas de interés y la caída del precio de las acciones golpearon la confianza de los consumidores de Estados Unidos a comienzos de julio.Otro dato divulgado el viernes mostró un sostenido incremento en los precios mayoristas que podría hacer que la Reserva Federal se sienta más cómoda para reducir sus estímulos monetarios.
La lectura preliminar del índice general de confianza del consumidor de Thomson Reuters/Universidad de Michigan bajó a 83,9 desde 84,1 en la lectura final de junio, y también fue menor al pronóstico de los analistas de 85. La baja tiene lugar tras una serie de señales de la Fed respecto a que se acerca a poner fin a un programa de estímulo monetario, denominado QE3, lo que provocó una ola de ventas en acciones en junio, así como un alza de las tasas de interés para hipotecas.
"Con el aumento de tasas hipotecarias y volatilidad en el mercado de acciones, la confianza retrocedió un poco", dijo Mark Vitner, economista de Wells Fargo Securities en Charlotte, Carolina del Norte. El declive fue más pronunciado entre consumidores con mayores ingresos a los que les preocupa el alza de las tasas de interés. Algunas de esas preocupaciones podrían ser señales positivas para el crecimiento económico. Uno de cada cinco hogares con ingresos en el tercio superior dijo que era mejor tomar prestado ahora antes de que las tasas hipotecarias suban aún más.
Y aunque los consumidores están preocupados sobre el futuro, están mucho más optimistas sobre el presente. El barómetro sobre las condiciones económicas actuales subió a su mayor nivel desde julio del 2007.
Las acciones estadounidenses frenaron sus ganancias tras la divulgación del dato sobre confianza del consumidor, aunque no registraban mayores cambios respecto a la víspera. Los precios del los bonos del Tesoro, en tanto, mantenían el avance anotado más temprano.
Otro informe mostró que los precios al productor en Estados Unidos subieron más a lo esperado en junio, lo que apunta a un aparente incremento en las presiones inflacionarias. El Departamento del Trabajo dijo que su índice de precios al productor aumentó un 0,8 por ciento el mes pasado, el mayor avance desde septiembre del 2012. Se esperaba que los precios recibidos a las puertas de las granjas, fábricas y refinerías estadounidenses hubieran subido un 0,5 por ciento en junio, según el pronóstico de economistas consultados en un sondeo de Reuters.
Aunque recortes al presupuesto federal y mayores impuestos parecieron desacelerar agudamente el crecimiento económico de Estados Unidos en el período entre abril y junio, el ritmo de contrataciones se ha mantenido a niveles relativamente robustos y la mayoría de los economistas esperan que el crecimiento repunte este año.
El dato envía una señal tranquilizadora de que la demanda aún es lo suficientemente fuerte como para impulsar los precios.
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