Manifiestan unos que un político les dijo que cogieran lotes con tranquilidad, que no había problema. Otros, que fue la Universidad de Antioquia la que decidió regalar parcelas. Los demás, que “gente de combos” les vendieron esos terrenos.
De todo eso se ha dicho en la invasión a una propiedad de la Universidad de Antioquia, que tiene como referencia de ubicación la carrera 35 con calle 65BB, en límites con la Normal de Varones y tres cuadras distante del parque de Villa Hermosa.
Esa ocupación ilegal se inició hace cuatro años, se intensificó hace quince días y se recrudeció desde el pasado fin de semana.
En un bosque de aproximadamente 30 hectáreas (o lo que queda de él), unas 400 personas talaron la vegetación para levantar improvisados ranchos con madera y plásticos.
Se van en las noches y regresan en las mañanas. “No tenemos casa. No tenemos con qué pagar arriendo. Por eso cogimos esos lotes. Los vecinos nos dan dormida y comida”, dijo uno de los invasores, procedente del barrio La Cruz, en Manrique.
Sin embargo, Eduardo Alcides Giraldo de los Ríos, de 53 años, sí duerme en las noches en su cambuche de plástico y madera. Él asegura que no tuvo que pagar nada por el lote de 5 por 6 metros en el que se estableció desde hace dos semanas con su hijo de 14 años.
Afirma que la guerrilla lo hizo ir hace cuatro años de una finca de Florencia, Samaná, en Caldas, en la que vivía con sus tres hijos. “Yo solo sé trabajar en el campo. Cultivar, arrear ganado. Por aquí me ha tocado hacer de todo. Con unos trabajitos me conseguí 300 mil pesitos y con eso compré la madera con la que puse límites a mi lote”, comentó.
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