Sanar las secuelas que alguna vez dejó el conflicto armado y brindar nuevas oportunidades a quienes han sufrido los rigores de la guerra, son dos de los objetivos que tiene la Corporación de Desarrollo y Paz de Urabá, Cordupaz, un proyecto que busca articular programas que lleven al desarrollo de las comunidades y a la búsqueda de una paz sostenible y duradera.
Para cumplir estos objetivos, monseñor Julio César Vidal, obispo de la Diócesis de Montería; monseñor Édgar de Jesús García, obispo de la Diócesis de Montelíbano y monseñor Luis Adriano Piedrahíta, obispo de la Diócesis de Apartadó, unieron esfuerzos en la creación de esta corporación para el desarrollo y la paz.
"La idea es promover la cultura de la vida, capacitar en derechos humanos para educar a las futuras generaciones y que no se repita la historia. Además, hacer procesos de reparación y permitir la participación democrática. De esta forma, llegaremos a una sana convivencia, bienestar social y a la paz", argumentó el sacerdote Leonidas Moreno Gallego, vicario general de la Diócesis de Apartadó y director ejecutivo de Cordupaz.
La Corporación, que busca desarrollar sus proyectos en las comunidades de Córdoba y del Urabá antioqueño y chocoano, articulará los trabajos hechos y las iniciativas por la paz elaboradas por los ciudadanos de estas regiones, e intentará, más adelante, vincular a las alcaldías de los municipios en los que trabajará Cordupaz.
"Hemos decidido trabajar con estas comunidades porque la violencia les ha destruido el tejido social. Por eso, les hemos tendido la mano, para que se recuperen. Pensamos en un plan de desarrollo y paz sostenible como los que ya existen en los Montes de María, en el Magdalena Medio y en otras regiones del país", explicó monseñor Julio César Vidal, presidente de la junta directiva de Cordupaz.
Un largo esfuerzo
Para la creación de Cordupaz, las tres diócesis estudiaron y gestionaron durante tres años la viabilidad de la corporación y su trabajo por las comunidades afectadas por el conflicto y la violencia.
"Buscamos el apoyo de algunas universidades y de las empresas de nuestras regiones. Cuando vimos que había una respuesta de la empresa privada, de las universidades y de la sociedad civil, iniciamos el proyecto", comentó el Presidente de la Corporación.
Las entidades que se vincularon a Cordupaz, han brindado su apoyo económico, logístico y humano para el estudio de esas comunidades y sus necesidades.
"Más adelante vamos a vincular a las alcaldías de los 22 municipios con los que vamos a trabajar. Ocho de Urabá, siete de Montelíbano y siete de Montería", afirmó monseñor Vidal.
Para Haidy Madera, coordinadora del Equipo Social de ISA, que la empresa privada se vincule a este tipo de programas, es una forma de generar desarrollo en las regiones en las que se implementan. "Para nosotros es importante apoyar el desarrollo de las regiones. Es una forma de permitir el crecimiento desde los derechos humanos, de los más necesitados, y ayuda a la viabilidad del país", comentó Madera.
El primer lanzamiento de Cordupaz se realizó el 19 de febrero en Montería; el 26 de marzo se hizo en Urabá, y hoy se realizará en Montelíbano, con lo que cubrirán las comunidades que buscan salir adelante después de que la guerra afectó sus vidas.
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