Que ese ratón está loco. Aparece en la pantalla gigante casi a punto de salirse y de estrellarse en su cara y, al mismo tiempo, estará pasándole debajo de los pies, tanto que tendrá ganas de mirar a ver si de pronto ¡plop!, le pisa la cola con el zapato.
Es más, si Robin Hood estornuda, usted tendrá que limpiarse y arrugar el ceño. Las babas caerán en su nariz.
Y el ratón no está en sus pies, ni en la pantalla. Ni las babas siquiera, salvo un poquitín de agua. Más bien está el cine, la cuarta dimensión y su cabeza, que se las cree todas.
El 3D, ese en el que después de ponerse las gafas las imágenes parecen salirse de la pantalla, se empieza a quedar corto. Y es cuando aparece una dimensión más. Juan Felipe Builes, gerente de macroproyectos de recreación de Comfama Parque Arví, expresa que el 4D es lo que se ve en 3D, más sensaciones y efectos físicos.
Así, si en la pantalla hay viento, una ráfaga le va a despeinar. Si hay movimiento, la silla se va a mover y hasta puede sentirla cabalgando o que le hace cosquillas. Incluso puede oler el pasto fresco o el mar.
"Cuando percibes la realidad lo haces por diferentes fuentes. Sin darte cuenta, cuando la información llega al cerebro por varias modalidades, éste identifica la información de una manera más contundente. A eso se le llama multimodalidad", explica Helmuth Trefftz, director del laboratorio de Realidad Virtual de Eafit.
Por eso, al final, una experiencia más allá de la película: ve las imágenes, escucha y siente. Los cinco sentidos al tiempo, como si estuviera en ese espacio real donde Robin Hood lanza sus flechas.
En Medellín
Y aunque todavía parece de sueño, el 4D existe (y desde hace un buen tiempo). En la ciudad lo podrá disfrutar al final de este mes, más o menos, como una de las nuevas atracciones de Parque Arví: 12 minutos de cuarta dimensión.
Se trata de una sala 4D con la que se busca, agrega Juan Felipe, "apostarle a que las personas vivan esta sensación, en un espacio natural".
Para empezar, Robin Hood es el invitado. Después de analizar varios títulos se decidieron por este clásico, que dice el gerente de macroproyectos, es uno de las últimas cintas para este tipo de salas.
La película dura poco. Porque si bien en el mundo ya hay varias convertidas al 4D, los efectos no son tan seguidos, para no saturar a las personas.
La que se proyectará en la sala, por ejemplo, está hecha para potencializar las acciones. Las sensaciones son constantes. No hay diálogos, sino que la fuerza está en la estimulación de los sentidos. Son 12 minutos completos de cuatro dimensiones.
La cuestión del tiempo es subjetiva. Hay personas que se sentirán mareadas y otras que van a querer mucho más. "Generalmente en ese tipo de atracciones los organizadores se cuidan de que no sea muy larga, porque las personas que son muy sensibles no lo van a disfrutar, sino que van a estar sufriendo", señala Helmuth. Por eso según el tiempo se juega con la cantidad de efectos.
En esta primera experiencia en la Guaca soplará el viento, caerá agua, habrá humo, sonidos, imágenes. Y serán particulares, desde la silla, y generales, desde la sala completa.
Todo mientras la princesa Marian se prepara para casarse con el malvado Sheriff de Nottingham y sus joyas son robadas por un hombre vestido de verde. Puras hazañas, puro amor y mucho 4D.
Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6