Dos héroes se convirtieron en villanos y con esa metamorfosis tan negativa la Selección de Colombia quedó por fuera de la Copa América de Argentina-2011 al caer 2-0 con Perú en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba.
Al minuto 65 Falcao García tuvo la gran oportunidad de hacer más brillante su historia y no sólo la desperdició al perderse el penalti que le cometieron a Dayro Moreno, sino que de paso llenó de ansiedad y casi que le cerró el arco a sus compañeros ante un bien parado y especulativo Perú.
Luis Enrique Martínez, quien no había recibido anotaciones en el campeonato y se veía muy sólido, se fue nublando con la llegada del frío al escenario y con la presión de ganar hasta que empezó a cometer errores que le costaron la continuidad al combinado patrio en el torneo continental.
Las fallas llegaron en la prórroga y luego de que el conjunto cafetero desperdiciara seis opciones claras de anotarle a los incas, incluyendo el cobro desde los doces pasos.
A los once minutos del alargue empezó a definirse la eliminación nacional en un centro que despejó mal Martínez, Yepes se enredó y el rebote fue aprovechado por Lobatón, quien con eso le mostró el camino de la clasificación a la semifinal a los peruanos y acabó con el invicto del arco colombiano con un gran remate.
Increíble pero cierto, la Colombia que pintaba para más cosas en la Copa empezaba a decirle adiós al torneo, sus integrantes intentaron reaccionar, pero en una mala devolución de Luis Enrique Martínez es Juan Vargas quien termina metiendo la pelota al fondo para un sorpresivo 2-0.
La fanaticada inca no lo podía creer de la emoción y estalló un júbilo al ver que su seleccionado clasificaba a semi y dejaba por fuera a uno de los equipos que más aplausos había cosechado, a un elenco que se mostró en la primera ronda, que ilusionó con sus progresos y que este sábado fue mejor y tuvo más opciones, pero no fue capaz de anotar.
Menos mal que el mismo técnico Hernán Darío Gómez pidió prudencia, porque al equipo todavía le faltaba y en Córdoba lo evidenció. Le costó imponer autoridad y sus principales jugadores se nublaron cuando lo tuvieron todo para ratificarle al país que este proceso tiene futuro, progresa y puede arrojar mejores resultados.
Los jugadores fueron inteligentes al nunca elegir rival ni menospreciar al contendor. Sin embargo, se vivió algo parecido a Italia-90, se perdió con el rival que menos se creía y cuando mejores condiciones tenía Colombia para hacer una mejor Copa América y hacer más felices a los 2.000 hinchas pintados de amarillo, azul y rojo que este sábado salieron impotentes del estadio cordobés.
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