Los efectos del fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que lesionó en forma grave los derechos colombianos sobre el mar Caribe, incluyen la merma en la credibilidad y respetabilidad de los Gobiernos y directores de nuestra política exterior de las últimas décadas. De allí que muchos de ellos, comenzando por la propia Canciller María Ángela Holguín, hayan dicho afanosamente desde el 19 de noviembre que "no hay que mirar hacia atrás". Obviamente, el país no está dispuesto a pasar página como si nada hubiese pasado.
Ha sido patente el silencio de varios expresidentes y excancilleres. El Congreso iba a realizar unas sesiones especiales, a las cuales estuvo dispuesto a asistir el expresidente Álvaro Uribe, pero a última hora cambiaron la fecha, y seguramente ya no se hará. El expresidente Andrés Pastrana dijo que este año no podía ir al Congreso, pero que con gusto lo hará el año entrante. No es un secreto para nadie que nuestros políticos confían, ante todo, en la probada capacidad de olvido de los colombianos. ¿El año entrante nos acordaremos de la soberanía marítima perdida?
El Procurador, por su parte, ha dicho que va a revisar las actuaciones de los agentes colombianos en La Haya y los abogados. Disciplinariamente es muy difícil que haya responsabilidad. Políticamente, en cambio, un serio debate en el Congreso podría arrojar luz sobre esta triste historia.
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