Lo dijo la Aerocivil: las diferencias que afloran en el manejo y control del Aeropuerto Olaya Herrera, y sus hangares, son entre particulares y son ellos (Airplan y empresarios del sector) los que deben encontrar fórmulas equilibradas de administración y seguridad.
Tanto frente a los valores de arriendo de los espacios y locales, como en las restricciones de ingreso, las partes tienen el reto de actuar con inteligencia para que la seguridad mejore y las operaciones y entidades sean viables, prósperas.
En lo que sí enfatizamos es en la importancia de que se cumpla el Reglamento Aeronáutico Colombiano (RAC) y que en la zona de hangares del Olaya Herrera no se perciba esa laxitud, de otras épocas, cuando entraban y salían vehículos y personas “como Pedro por su casa”.
Estamos seguros de que se impondrán la sensatez y el beneficio mutuos.