El pasado 11 de enero, en el acto de posesión del nuevo Contralor de la ciudad, el presidente del Concejo advirtió sobre presuntas irregularidades en el ejercicio administrativo de la compañía UNE Telecomunicaciones.
Para empezar, hago eco del aviso de publicidad que apareció en los principales impresos del país, el 10 de enero, donde la compañía se jacta de un "dictamen limpio" realizado por la Contraloría Municipal durante 2010, producto de una "gestión transparente y comprometida" que les permitió obtener "concepto favorable a la gestión misional y de recursos públicos" y "fenecimiento o finalización de la revisión fiscal de las cuentas de la compañía en 2010".
Guerra Hoyos presentó pruebas que demuestran todo lo contrario y revela que no solo en 2010, sino en 2011, UNE pudo haber incurrido en irregularidades por cerca de 4.000 millones de pesos. Presuntos detrimentos patrimoniales que no pueden pasar de agache ante la opinión pública y los organismos de control, como ha pasado en tantas otras ocasiones.
Dice el concejal que existen presiones para silenciar, para no difundir negativas al respecto o promover siquiera el debate.
Pagos irregulares en bonificaciones y retención en la fuente por transacciones, planes de retiro voluntario y reducciones de cargos. Multas, sanciones e intereses de mora pagados a entidades del Estado. Negligencia al no hacer efectiva la póliza de calidad de la compra de 85 motos que presentaron problemas, y contratación inútil para la búsqueda, evaluación y selección del Vicepresidente de Talento Humano. Estos fueron algunos de los hallazgos que encontró la Contraloría Municipal durante 2010 y que motivaron a decretar un Fenecimiento con Observaciones sobre dicho período fiscal, documento firmado por el Contralor saliente, acto administrativo frente al cual no procedía recurso alguno.
Esa publicidad engañosa merece ser sancionada y las denuncias de corrupción investigadas. Así como enfilarán baterías para develar anomalías en la administración del exgobernador, se esperaría que lo hicieran también con las de los demás funcionarios.
No es posible que una entidad pública como UNE despilfarre tanto dinero cuando existen tantas necesidades, más aún cuando desde nuestros bolsillos sale gran parte de su sostén económico. ¿Cómo es permisible que sus directivos devenguen entre 25 y 50 millones de pesos con 17 salarios al año? Inconcebible.
El Contralor deberá demostrar aislamiento político e independencia administrativa, actuar acorde a como lo exige la ley y no basado en intereses particulares, imponer su compromiso ciudadano y vencer las presiones que surgirán sobre la marcha.
Como para alquilar balcón el debate citado por el presidente del Concejo en los próximos días, al que deberán asistir el exgerente de UNE y algunos exfuncionarios para rendir explicaciones ante la Corporación.
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