El niño del millón de dólares. Ese que hizo girar los ojos de los amantes del fútbol bonito, lírico y de fantasía. Un futbolista lleno de desparpajo, capaz de arrebatarle a la tribuna un aplauso en cualquier momento.
Aquel que debutó a los 16 años en el Once Caldas y después pasó por el América de Cali. Ese que comandó el mediocampo del Medellín durante cuatro años y que después conquistó el continente jugando para el Colón argentino y el Colo-Colo chileno. Sí, el Príncipe regresa para llevar la batuta del Poderoso en su centenario.
Cómo olvidar aquellas tardes, a finales de los noventas, cuando junto a Víctor Pacheco, Adolfo El Tren Valencia y el uruguayo Héctor Núñez, Giovanni llenaba la retina de los aficionados rojos y con escasos 23 años se atrevía a hacer un espectacular amague, una gambeta o un pase milimétrico para dejar a sus compañeros en la mejor posición de cara al gol. Han pasado 13 años y, como los vinos Giovanni no ha perdido ni una pizca de su calidad.
En 2008 fue el Junior de Barranquilla el equipo que lo repatrió y dos años más tarde llevaría a los tiburones al título, galardón que repetirían en el segundo semestre de 2011.
Sin embargo, los príncipes deben estar revestidos de poder y el Poderoso de la Montaña le devolvió esa opción. A los 36 años de edad, Giovanni regresa al equipo que le dio el rótulo de ídolo.
En un escueto comunicado la institución roja oficializó ayer su contratación. "El Independiente Medellín, en cabeza de su presidente, Julio Roberto Gómez, se complace en presentar a Giovanni Hernández como nuevo jugador del DIM".
El futbolista vallecaucano estará hoy, a las 8:30 a.m. en la Marte 1, aledaña al estadio Atanasio Girardot. Allí le entregarán la casaca número 1o, esa que deja otro hombre con similar apellido, pero sabe que queda en las mejores manos.
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