El estrés que padece por estos días Hernán Darío Bolillo Gómez es de tal magnitud que el lunes pasado, mientras los jugadores estaban de descanso, estuvo hospitalizado.
Hernán contó ayer en la práctica, realizada en la cancha de Sofasa, que "me hicieron un electrocardiograma y me mandaron nuevos medicamentos, porque la presión y la fuerza que vengo haciendo por el equipo es mucha e infortunadamente eso ha afectado mi salud".
Los médicos aprovecharon la revisión para sugerirle al estratega antioqueño más quietud y mayor calma para manejar el conjunto escarlata. Sin embargo, él se mantiene en que "esa es mi manera de sentir el fútbol y no se puede bajar la guardia estos días que estamos necesitados de dos victorias para la clasificación".
Pese a sus dolencias, lo que más ha afectado a Bolillo Gómez, enfatizó, es la respuesta del grupo, porque "me demuestra una cosa en las prácticas y otra diferente en los partidos" por la Liga.
Por esa razón, el orientador prometió recibir, el domingo, al Junior con un equipo que tenga mayor dominio de pelota. Esto hace pensar que podrían jugar juntos desde el inicio los creativos William Arboleda y Sebastián Hernández, con quienes aspira mantener viva la ilusión de alcanzar la otra fase del torneo.
Eso y los nuevos cambios, entre los que aparece fijo el retorno del arquero Leandro Castellanos , se definirá en el entrenamiento de mañana.
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