Los Gigantes de San Francisco y sus modestos bates se encargaron de demostrar que Cliff Lee no es un extraterrestre.
Freddy Sánchez conectó el tercero de sus cuatro dobles ante el as de los Rangers dentro de un racimo de seis anotaciones en la quinta entrada, que enfiló anoche a San Francisco a la victoria 11-7 sobre Texas en el primer juego de la Serie Mundial.
Al iniciar, Lee se presentó con una efectividad de 1.26 y marca de 7-0 en ocho aperturas de postemporada. Pero no sobrevivió al quinto tras tolerar siete carreras -seis limpias, y ocho hits-.
Tim Lincecum, su contraparte, tampoco tuvo una actuación brillante al trabajar cinco entradas y dos tercios. Pero salió victorioso en el duelo entre los ganadores del Cy Young de 2008.
Los Gigantes se fueron arriba 3-2 en el quinto inning, cuando Andrés Torres pegó un doble al saludar una curva que se quedó colgada y Sánchez mandó una recta al jardín izquierdo con su tercer doble de la noche.
Los nervios marcaron los primeros compases del equipo local, ya que Lincecum lució desorientado cuando sorprendieron a un corredor entre la antesala y el plato, y Sánchez lo sacaron out cuando no pudo regresar.
Michael Young pifió una roleta de Édgar Rentería (anotó la primera y novena carrera) al abrir el tercero. Después que Lincecum fue retirado con un elevado al intentar un toque, Torres recibió un pelotazo, Sánchez empalmó un doble por izquierdo y Posey ligó sencillo.
Esta fue la primera vez desde 2001 que la serie arrancó en una estadio de la Liga Nacional. Y haber ganado el primer juego 11-7 es algo alentador para San Francisco, ya que 11 de los últimos 13 que lo hicieron terminaron proclamándose campeones.
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