No importa si es viernes, sábado o domingo. Si es de tarde o de noche. Con frío, sol o bajo la lluvia, y mucho menos el rival. Cuenta es su pasión por Nacional.
Dalila Restrepo dice que nunca falta a las citas en el Atanasio, pues para ella son manifestaciones de fidelidad. Y anoche, frente al debutante Alianza Petrolera, no fue la excepción, como sucedió en la primera fecha ante Huila y como lo hará en ocho días, "si Dios lo permite", contra el Itagüí. El sábado, a las 7:45 p.m., en un horario que persigue a los verdolagas, ella estará sentada en la gradería.
Así muchos no compartan el pensamiento de Dalila y protesten por este horario, hay una realidad: la televisión terminará por cambiar los hábitos de los aficionados al fútbol. Al fin y al cabo este es el mayor rubro de ingresos que reciben los clubes, diferente a la transferencia de jugadores.
En Nacional, dice el gerente de Mercadeo, Juan José Zureck, respetan los acuerdos de la Dimayor. Por eso aceptaron de buena forma que en al estreno del equipo (contra Huila), con todo y Juan Pablo Ángel, asistieran 15.223 personas ($275 millones). Ese día llovió.
Sin embargo, confían que en el futuro el estadio se llene para cumplir los presupuestos (requieren entre 22.000 y 25.000 hinchas por juego).
Víctor Marulanda, gerente deportivo, asegura que los mejores horarios son los sábados a las 5:30 p.m. o los domingos a las 3:30 p.m. Y añade que deportivamente es mejor jugar "en la tarde-noche". Eso sí, anota que los resultados y el buen juego del equipo son los que atraen clientela, como a Dalila.
La venta de camisetas (van 4.000 prendas vendidas de Nike), los abonos (llegaron a 4.000) y la transmisión por RCN y Caracol (el local recibe entre 50 y 55 millones de pesos) alivian las bajas asistencias de público que se presentan cuando Nacional actúa como local los sábados por la noche.
Pico y Placa Medellín
viernes
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