El Enterprise no la tendrá fácil, ni tampoco su capitán James Tiberius Kirk, ni su segundo a bordo, el medio humano, medio vulcano señor Spock.
Star Trek: en la oscuridad es la segunda entrega de esta franquicia dirigida ahora por J.J. Abrams, que la llevó de nuevo al cine, en 2009, con una remozada versión del origen de sus personajes, interpretados por Chris Pine y Zachary Quinto.
Esta nueva cinta, la décimo segunda de la saga creada por Gene Roddenberry en 1966, enfrenta a Kirk y Spock contra un poderoso enemigo, John Harrison (interpretado por Benedict Cumberbatch ), uno de los mejores agentes de la flota estelar que ahora está empeñado en destruirla.
"¿Creen que su mundo está a salvo? Esa es una ilusión", es la advertencia de la nueva némesis de Kirk.
Para todos
Star Trek es una de esas sagas de culto entre los amantes de la ciencia ficción. El reto de Abrams fue popularizarla para que no se quedara en un gueto de fanáticos.
En parte ha hecho bien la tarea: la pasada entrega recaudó alrededor de 260 millones de dólares, lo que dio vía libre a esta película.
"La idea era hacer una película que funcionara en sus propios términos, no pretende ser solo para unos pocos. Es para el público en general y no sólo para los fans de Star Trek", ha dicho Abrams en diversas oportunidades.
Solo queda una advertencia hecha por Harrison: "Disfruten sus últimos momentos de paz, pues he regresado".
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