Para no dar el "sí" a ciegas, por una primera impresión o por la necesidad de encontrar rápido donde vivir, a la hora de tomar una casa en alquiler pondere todas las variables que influyen en el precio, de modo que no le cobren más de lo que realmente vale.
Por ley, el canon de arrendamiento de un inmueble no puede ser más del uno por ciento del valor comercial (ver artículo siguiente). Con esa base, lo otro que se debe tener en cuenta es, en primer lugar, la ubicación y el estrato de la vivienda. En este sentido, es bueno hacer un sondeo de las rentas que se pagan en el sector, para que la que le están pidiendo guarde proporción con ellas.
Entre los demás ítems que se deben considerar a la hora de tomar el arriendo, cobran vital importancia el área de la casa y las zonas comunes, sobre todo cuando se trata de familias con niños y jóvenes. Cuando hay buenas zonas de esparcimiento, es justo pagar un poco más.
En cuanto a los aspectos técnicos, está claro que los años que lleva la construcción o la vejez del inmueble son un medidor comercial, porque entra a jugar el concepto de depreciación de la propiedad.
El canon también se mide por el piso, para el caso de los apartamentos, de modo que si su renta es más cara que la de pisos superiores, el valor puede no ser justo. Tenga en cuenta además que el parqueadero es muy importante como fuente de valor, así como el número de baños. Vital además la cuota de administración. Si es muy alta, haga bien las cuentas.
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