A la actividad minera, ejercida de forma legal, se le suma el accionar de actores al margen de la ley que han complicado el quehacer de esta industria en las diversas etapas del proceso.
El hecho registrado en la tarde del martes en el Olaya Herrera, que no es el primero, muestra la forma en que los delincuentes quieren usufructuar el auge minero y las buenas cotizaciones del precioso metal.
Una banda, al parecer especializada en este tipo de asaltos, intentó apoderarse de un cargamento de oro y platino valorado en 4 mil millones de pesos, propiedad de una empresa legalmente establecida. Causó estupor entre los pasajeros de la aerolínea comercial saber que entre ellos viajaban no solo quienes transportaban el oro desde Condoto (Chocó), sino los asaltantes que estaban armados y protagonizaron un tiroteo. Un alto riesgo que las autoridades tendrán que investigar y reforzar los controles.
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