El papa Francisco emprendió este miércoles su viaje desde el aeropuerto romano de Fiumicino a Corea del Sur, país que visitará hasta el próximo lunes con motivo de la VI Jornada de la Juventud Asiática.
El avión en el que viaja el pontífice, un Airbus A330 de la compañía Alitalia, despegó a las 16.12 hora local y tiene previsto aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Seúl en un vuelo que tendrá una duración de cerca de 11 horas.
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, acudió a despedirle expresamente desde Milán, ciudad en la que esta mañana visitó las obras de las infraestructuras de la Exposición Universal del próximo año.
En este viaje, el pontífice estará acompañado por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, Stanislaw Rylko, y un empleado de la centralita telefónica de la Santa Sede, ya que Francisco decidió premiar así a los trabajadores del Vaticano.
En el vuelo será la primera vez que un avión papal sobrevuele China, por lo que cobra especial importancia el mensaje que Francisco pueda dirigir a las autoridades chinas en el habitual telegrama que se envían desde el avión a los países que sobrevuela.
Según el programa, a su llegada a Seúl será recibido por el nuncio apostólico Osvaldo Padilla, por los obispos de la Conferencia Episcopal coreana y por otras autoridades civiles, políticas y militares.
Acto seguido, en los salones del palacio presidencial, recibirá la bienvenida de la presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, y pronunciará su primera alocución en inglés.
La visita del Papa a Corea del Sur, se convierte en su tercer viaje internacional tras Brasil y Tierra Santa, y cumple así su gran deseo de visitar Asia.