Con 16 años de experiencia en el mercado, Macrollantas es hoy líder en el mantenimiento preventivo de los vehículos.
“Si uno solo vendiera llantas tendría clientes cada tres años y medio”. Lo dice Hernando Echeverri, el gestor de un negocio que empezó pequeño y que hoy es un referente cuando se piensa en mantenimiento preventivo de vehículos: Macrollantas.
Lo sabe por experiencia y lo confirman los números. Hace 16 años, cuando empezó su negocio, ahí, en la calle San Juan, tenía cuatro empleados y cuatro bahías de servicio. Hoy ya tiene cinco plantas de servicio, 70 empleados y 37 bahías de servicio por las que pasan alrededor de 150 carros cada día.
Un trabajo, además, que realizan con tecnología, calidez y “con personas que entrenamos a diario”, agrega.
Tecnología que se nota al pasar por sus sedes, dos en Envigado, una en Rionegro y dos en Medellín: la de San Juan y la de Las Vegas, que tienen desde hace 10 años y que Macrollantas ha sabido mantener a flote gracias a la calidad de su servicio.
“Es un local que cumplió 20 años el pasado 20 de mayo. Este punto fue una leyenda para la ciudad, pues estuvo cerrado casi un año. Ahora trabaja a todo dar. En esta sede se atienden 50 vehículos diarios”, comenta Hernando.
CARROS CON HISTORIA
Cuando un carro llega a cualquiera de las plantas de servicio de Macrollantas encuentra su historial.
El desarrollo de la empresa la llevó a comprar un software donde se encuentra la información de los vehículos que han atendido, una “historia clínica”, que les permite brindarles la mejor atención posible a estos consentidos por sus dueños.
Los técnicos revisan esa información, igual si el carro llega a Medellín o Rionegro, para poder asesorar mejor a sus clientes.
Así, además de atender el requerimiento puntual del propietario del vehículo, pueden saber qué otras necesidades tiene el automotor en asuntos tan básicos e importantes como: el extinguidor, el seguro obligatorio (Soat), la revisión técnico mecánica, el cambio de aceite y la alineación.
El software provee, además, la caracterización de todos los vehículos con sus requerimientos técnicos, para que los mecánicos sepan con qué elementos pueden trabajar con toda seguridad en cada carro teniendo clara su referencia, marca y modelo.
¿Qué tipo de luces tiene? ¿Cuáles son los aceites que utiliza? ¿Cuántas pulgadas tienen sus plumillas? Preguntas de las que es importante conocer sus respuestas para brindar un trabajo de excelencia, con velocidad y agilidad, pero sin perder en calidad, que es uno de los factores determinantes del negocio hoy en día: la gente necesita revisar su carro, pero no le sirve quedarse sin él durante mucho tiempo.
“Cambiamos el aceite, revisándole al vehículo otros 48 puntos, en una hora”, es un ejemplo de la atención eficiente que menciona el gerente de la empresa.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Responsabilidad social. La idea del trabajo en Macrollantas está atravesada, desde su gerencia, por este concepto, tanto con la sociedad como con sus empleados.
“Para estar aquí no se necesita ser bachiller, pero sí se hacen bachilleres. En la historia de la empresa tenemos 15 bachilleres graduados estando aquí”, cuenta Hernando para ilustrar la preocupación de esta organización en buscar el bienestar de sus trabajadores.
Incluso, de la mano con sus proveedores, brindan formación a los mecánicos, para que se conviertan en técnicos certificados en su labor.
Además, esta empresa participa, como gestor y promotor del certificado en responsabilidad social que entrega Fenalco Solidario. Ese es un compromiso que crece cada vez más.
El premio revisa ocho tópicos: cliente interno, cliente externo, sociedad, proveedores, estado, colegas, socios y medio ambiente.
“Se hace un autodiagnóstico y se procura crecer en ese compromiso. Ya llevamos nueve años con esta certificación”.