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En medio de la polémica por la supuesta injerencia de Carlos Alonso Lucio en sus decisiones, la fiscal general, Viviane Morales, pidió la renuncia protocolaria a su más cercano equipo.
El vicefiscal, Juan Carlos Forero; el director nacional de fiscalías, Néstor Armando Novoa; los directores nacionales del CTI, los fiscales delegados ante la Corte, los jefes de las unidades administrativas y los jefes nacionales de oficina se encuentran entre los que recibieron este llamado que, según fuentes del ente acusador, son normales.
A juicio de Néstor Armando Novoa, director nacional de Fiscalías, es una situación normal que se da en todas las administraciones.
"Yo tengo 26 años en el poder judicial y no es la primera vez que en el primer año de gestión un fiscal les pide la renuncia protocolaria a los más cercanos. Yo lo veo como algo muy natural", dijo Novoa.
"No quiere decir que haya crisis, no quiere decir que existan contrariedades", sostuvo el funcionario y agregó que dentro la entidad "no existe ningún tipo de incertidumbre. Por el contrario, hay un grupo serio y cohesionado que quiere seguir trabajando".
Novoa enfatizó que el grupo actual ha trabajado a un ritmo bastante fuerte y que la Fiscal pidió la renuncia argumentando, entre otras razones, un posible cansancio de los funcionarios.
El Director Nacional de Fiscalías agregó que "la Fiscal General fue clara en que esta administración tiene algo muy particular y se ha acelerado tanto el trabajo que ya personas están cansadas, entonces la doctora Viviane Morales nos dijo, de una forma muy cordial, que no puede obligar a nadie a que este aquí esforzándose y haciendo cosas sobrehumanas, que no tienen nada que ver con mal funcionamiento o una crisis interna".
Aclaró que "cuando se presentan unas renuncias protocolarias, la suerte que se corre es que puedan ser aceptadas algunas, todas o eventualmente ninguna. No conozco el caso, en las varias administraciones en que he colaborado, que no se acepte ninguna, me imagino que esta no será la excepción".
Otros caso
En 2006, el fiscal general de la Nación, Mario Iguarán Arana, les pidió la renuncia a todos los miembros de la cúpula del organismo judicial.
Al igual que en esta ocasión, la solicitud de la dimisión se produjo en medio de una polémica.
En ese entonces estaba relacionado con el mentalista Armando Martí, quien desempeñó funciones de asesor del exfiscal Iguarán Arana.
A Martí, la Fiscalía le abrió investigación preliminar, en octubre de 2007, por los delitos de peculado por uso, falsedad, usurpación de función y simulación de investidura, proceso que precluyó en 2008 por no encontrar pruebas suficientes para entablar un proceso judicial contra el implicado.
En el caso actual, la fiscal Viviane Morales pidió la apertura de una investigación preliminar sobre su esposo, Carlos Alonso Lucio.
El hecho tiene que ver con una carta del excomisionado de Paz Luis Carlos Restrepo, en la que hace señalamientos de supuestas irregularidades cometidas por Lucio durante el proceso de negociación para la desmovilización de los paramilitares.
La fiscal Viviane Morales ha sido cuestionada, desde hace dos semanas, por varios columnistas y periodistas de diferentes medios, algunos de los cuales afirman que algunas decisiones de la Fiscal fueron tomadas por sugerencias hechas por Lucio, entre ellas algunas de carácter administrativo.
El presidente Juan Manuel Santos y otros miembros del Ejecutivo, así como algunos dirigentes políticos manifestaron su voz de apoyo y de confianza a la Fiscal.