En un manicomio mexicano, un loquito pide hablar con el director del manicomio:
-Doctor, quiero que me deje salir, porque ya no estoy loco-.
-Muy bien, Bernardo, te voy a hacer un examen. ¿Quién fue el cura Hidalgo?-
-El cura Hidalgo fue el padre de la independencia mexicana-.
-¡Muy bien! ¿Y quién fue Pancho Villa?-
-Un gran revolucionario-.
-¡Bravo Bernardo! ¿Y quién fue Emiliano Zapata?-
-Pues el caudillo del Sur-.
-¡Excelente, Bernardo! Se ve que conoces bien la historia!-
-¿Y cómo no la voy a conocer, si yo fui el caballo de ellos tres?-
Me salió por ahí un caballito panelero de Frontino a enseñarme historia patria, porque mencioné mi parentesco con el coronel Hugo Blair Brown, médico de la Legión Británica, quien estuvo en las principales batallas de la independencia. Más como médico que como combatiente.
Estoy de acuerdo con mi pariente, el ingeniero, escritor y ex decano universitario, Luis Fernando Múnera López, en que los méritos de nuestros antepasados son de ellos y nada hemos hecho para que ellos tuvieran esos méritos. Como tampoco se heredan las fechorías o desprestigio de sus actores por parte de su descendencia.
Pero si los historiadores han sido injustos con héroes tan grandes como José María Córdova, con mayor intensidad lo han sido con muchos otros personajes que han realizado grandes hazañas en beneficio de la Patria y de nosotros a otros niveles.
Uno de los principios del Código del Relacionista Público es defender el "Derecho de Información que asiste a todo ciudadano". Y como columnista, que tengo la oportunidad concedida por este periódico desde hace treinta y seis años (me publicó El Colombiano mi primer artículo en septiembre de 1974) mal hiciera en no informar y contar a mis lectores los modestos conocimientos que tengo.
Sin mérito alguno, pero me siento orgulloso de ser tataranieto por las dos líneas, paterna y materna, del médico y coronel irlandés, Hugo Blair Brown. Toda mi familia siempre estará orgullosa de ello y le agradecemos al historiador Aquiles Echeverry, su libro: " Sangre Irlandesa en Antioquia ", en el cual se dio a conocer la biografía de este médico británico y las raíces de su apellido en Antioquia con el Blair y el Gaviria de su esposa Eduvigis.
Mal hiciéramos en no recordar que se están celebrando dos años de la Operación Jaque de nuestro glorioso Ejército Nacional, en la que se les quitó a los narcoguerrilleros el más grande e importante grupo de secuestrados, entre ellos a Íngrid Betancourt y a los tres americanos y militares colombianos, con pura astucia militar, sin derramamiento de sangre, con la dirección del hoy presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, como ministro de Defensa y bajo la presidencia de nuestro actual presidente Álvaro Uribe Vélez. ¡Cómo olvidar la operación Camaleón de hace pocos días! en la que se liberó a otros héroes de la Policía Nacional y el Ejército, sin la intervención publicitaria de Teodora Córdoba o de Hugo Chávez.
No es por "chicaniar". Es que tenemos que recordar. Tenemos que reconocer y tenemos que agradecer lo que recibimos y lo que heredamos. No tenemos vergüenza en decirlo, aunque a otros los mate la ponzoñosa envidia.
ÑAPA: Vino Silvio Rodríguez y cantó. No fue capaz de hablar de su revolución fracasada de Cuba. No habló a la prensa ni dio declaraciones subliminales de su comunismo. Si esa era su intención, solo cantar, maravilloso. Si se abstuvo de hacerlo por las reacciones de la gente, los periodistas, los cibernautas de la red en contra de la revolución, gracias. Si fue el Alcalde o la Ministra quienes lo aleccionaron, también gracias.
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