A Envigado este domingo se le acabó el impulso para soñar con los cuadrangulares semifinales de la Liga Postobón-II, porque no hizo la tarea de ganar en casa y el empate 0-0 con el Cali lo dejó prácticamente sin opción alguna de meterse en el grupo de los ochos a falta de cuatro fechas.
Y aunque tampoco le sirvió el resultado al Cali, los azucareros se fueron con la satisfacción de romper la ilusión naranja, que se avivó la fecha anterior, cuando derrotaron al Cartagena.
Tras un primer tiempo sin ideas en ninguno de los dos equipos y donde la pelota se paseaba de un área a otra sin un claro dominador, la escuadra de Pedro Sarmiento salió a desequilibrar el marcador en la etapa complementaria, pero la poca profundidad y la falta de puntería en las opciones generadas, lo privaron de celebrar una victoria que lo mantuviera vivo.
Néider Morantes intentó echarse el equipo al hombro. Sin embargo, su intención no fue suficiente pues sus compañeros no se contagiaron del fútbol que proponía el creativo naranja y prefirieron el vértigo para chocar, una y otra vez, con la zaga del Cali.
A Envigado le tocará terminar bien los partidos que le quedan para después reflexionar por qué dio tantas ventajas al inicio de este semestre y cuando quiso reaccionar ya el camino era muy empinado y lleno de obstáculos.
La próxima fecha el examen naranja será muy exigente, enfrentan al Itagüí en un nuevo clásico joven.