Empresas Públicas de Medellín (EPM) es ya una empresa multinacional con la punta de lanza que acaba de poner en Guatemala, que le permitirá proyectar a Centroamérica su capacidad y experiencia en materia energética.
Ya antes había adquirido una participación en una sociedad panameña para el desarrollo de un proyecto hidroeléctrico en la provincia de Bocas del Toro, en la vecina nación.
Esta proyección hacia el mercado centroamericano se concretó mediante la inversión de 635 millones de dólares en una sociedad guatemalteca que maneja los negocios de distribución, transmisión y comercialización de energía en ese país y que a su vez es la más importante de Centroamérica.
La llegada a Guatemala le permitirá demostrar su liderazgo regional, de tal forma que esta operación se concibe, ni más ni menos, como la plataforma de inversiones para incursionar en los mercados energéticos del área central del continente americano, luego de haber llegado en Colombia a los límites permitidos por la regulación existente.
Este ha sido, sin duda, un gran año para EPM, que marcó tres hitos importantes: el acuerdo logrado para la construcción y operación de Hidroituango; el llenado del embalse de Porce III que le permitirá encender en diciembre la primera de las tres turbinas de generación de esta central y ahora su internacionalización con este centro de operaciones en Guatemala.
El punto alcanzado es tan alto que su mega para 2015 es obtener ingresos por 5.000 millones de dólares, 1.200 millones de ellos en el exterior. Un dato para destacar: este negocio se hizo con sus propios recursos. Y de contado.
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