Los compañeros de Diego Palomeque no ven la hora de que vuelva a los entrenamientos del club de atletismo Luis Carlos Galán de Carepa.
Ayer por la tarde cuando el técnico John Ley Mosquera les contó a sus pupilos sobre la medalla de oro que había logrado Diego, en Brasil, los muchachos, además de ponerse felices, también contaban de la falta que les hace con sus tiros, chanzas y friegas.
Diego, armado con su juventud de 16 años, 1.78 de estatura y 61 kilos de peso, fue uno de los primeros ocho oros de Colombia en la jornada inicial de los Juegos Panamericanos Escolares que se disputa en Juiz de Flora, en el estado de Belho Horizonte.
Palomeque, como la mayoría de los buenos atletas de Carepa, en el Urabá antioqueño, se inició en el club Luis Carlos Galán, en el que ha proyectado, desde hace dos años, una carrera que ya lo llevó a las pistas internacionales.
Seis de sus compañeros viven, estudian y corren en Puerto Rico, otros tantos en Medellín y con él se aspira a seguir el exitoso proceso que montó el técnico Mosquera, quien cuenta con el apoyo del dirigente Hammer Ochoa.
"Este ha sido un año de mucho trajín para Diego, porque ha tenido un nutrido calendario nacional, en el que siempre ha estado en el límite de los 48 segundos en los 400 metros".
Con voz dichosa, el técnico Mosquera cuenta de las hechuras del veloz atleta que se inició en los 100 y los 200 metros, y que hoy mira hacia los 400 metros.
Del moreno, dice su entrenador, además de sus excelsas condiciones se distingue por "lo cansón, jodón, inquieto e hiperactivo". Vive en el barrio María Cano y hace el octavo año en la Institución Educativa Luis Carlos Galán, en la nocturna.
Otro atleta que surge, esta vez con el apoyo de su gente en Carepa, el respaldo de Indeportes Antioquia y el impulso de Coldeportes, que lo llevó a Brasil, para obtener su conquista dorada, que ayer también hicieron realidad sus colegas Fabián Serna (martillo), Kevin Burgos (100 metros), Rosa Escobar (1.500) y Evelis Aguilar (400 metros). Mientras que el nadador tolimense Miguel Andrés Dávila, en los 400 metros libres, igualmente reclamó lo suyo.
Pico y Placa Medellín
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