Nairo Quintana exhibió ayer su poderío y sangre fría en la etapa reina de la Vuelta a Burgos al ganarla y, de paso, asumir el liderato de la carrera previa a la Vuelta a España.
"Es espectacular volver a ganar aquí. Toda la gente de Burgos siempre me trata muy bien y me da su apoyo cuando vengo", dijo Nairo al bajarse de la bicicleta.
Quintana estuvo imparable en la tradicional jornada de montaña de la vuelta, en un recorrido de 170 kilómetros con siete ascensos puntuables y final en las Lagunas de Neila (especial), y dominado con mucha autoridad por el conjunto que dirige en tierras castellanas José Luis Arrieta.
La victoria 21 de Quintana como profesional, sexta este año, vigésimo novena de Movistar, buscará ser refrendada mañana en la decisiva contrarreloj de Aranda de Duero de 112,4 kilómetros.
"El equipo estuvo fantástico y me llevó con calma hasta la subida final. Cuando atacaron los rivales iba mirando hacia atrás pendiente de Dani Moreno, por si venía a mi rueda, para controlar la distancia. Cuando pasamos el último kilómetro veía que se me iban y que Dani seguía agarrándose a mi rueda, así que tenía que darlo todo para poderlo dejar. Afortunadamente lo conseguí", dijo emocionado el nuevo líder.
Hoy se cumplirá la penúltima etapa de las cinco programadas con un recorrido de 142 kilómetros entre Medina de Pomar y Villarcayo, en la cual Nairo aspira mantenerse de líder.
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