La Casa Blanca exigió ayer al presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, que firme el acuerdo patrocinado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y abandone el poder.
En declaraciones a la prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, condenó el uso de la violencia en Yemen y lanzó un llamamiento a Saleh para que abandone el poder y permita que el país árabe "pase página".
"A la luz de la actual inestabilidad en Yemen, instamos al presidente Saleh a comenzar una completa transferencia del poder y a organizar elecciones presidenciales antes de final de año, dentro del marco de la iniciativa del CCG", declaró Carney.
Las palabras del portavoz se producen después de que Saleh regresó a Yemen tras tres meses de ausencia mientras se recuperaba en Arabia Saudí de las heridas sufridas en un atentado en su palacio el 3 de junio.
El presidente llegó a Saná en medio de combates entre las tropas pro gubernamentales y los partidarios del líder tribal Sadeq Abdalá al Ahmar, que en los últimos días han dejado una veintena de muertos.
Estados Unidos mantiene su apoyo "a las aspiraciones del pueblo yemení para una transición pacífica y ordenada que responda a sus deseos de paz, prosperidad y seguridad".
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