Se puede repetir decenas de veces que el proceso de diálogo en Cuba se pactó sin cese de hostilidades, pero la quema de vehículos y los tiroteos de las Farc en las carreteras del país (ayer en Tarazá) llevan a la ciudadanía al máximo escepticismo frente a las posibilidades de que se firme el fin del conflicto.
Sobre todo porque ayer viernes, a la 1:30 a.m., los subversivos atacaron una ambulancia cuya paciente resultó herida de un tiro. Junto al carro de la misión médica, los terroristas incineraron otros diez vehículos (buses, camiones y furgones). Y hay testimonios que detallan que los guerrilleros dispararon desde el borde de la vía contra los automotores. Vaya valor y honor. Qué vergüenza.
A las Farc el Derecho Internacional Humanitario (DIH) les importa un pito, y eso lo dicen sus acciones, aunque desde La Habana se presenten interesadas en firmar acuerdos humanitarios y de cese el fuego.
En Anorí, nordeste de Antioquia, también quemaron dos buses en las últimas 48 horas. Atentan contra carros de servicio público, en esencia usados por personas de estratos 1, 2 y 3. Gente para la que es indispensable el transporte intermunicipal. Qué guerrilla tan impopular y antipopular. Ya nadie le cree eso de "Ejército del Pueblo (Farc-Ep)".
El otro reclamo es al Gobierno Nacional que no puede descuidar la seguridad en las vías, y menos en troncales como esta, la de la Costa Caribe. Se acerca la semana de vacaciones escolares y ante tal amenaza se exige SEGURIDAD VIAL.
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